Y siguen los horrores

ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Martes 18 de Marzo de 2025 9:01 am
APENAS estamos en una tragedia, cuando ya se nos viene
otra. El hecho de que se haya descubierto la resiliencia, es decir, esa
capacidad de los seres humanos a sobrellevar y salir de los conflictos
cotidianos, no quiere decir que esa misma capacidad no se agote y termine por
derribarnos, ¿o ese será el propósito de quienes generan las tragedias y
también de quienes no hacen nada para evitarlas? La anterior duda pulula en el aire a partir de que no hay
tregua, no solo para quienes viven en carne propia la desaparición forzada de
hijas, hijos o de familiares cercanos, sino para la población en general, que
de igual forma padecemos todas las demás violencias, así como omisiones de los
gobiernos en turno, y que también son violatorias a nuestros Derechos Humanos. Un centro de exterminio fue localizado en el estado de
Jalisco, aunque las focas aplaudidoras como el senador Gerardo Fernández Noroña
(cuyas declaraciones merecen un párrafo aparte), no quieran reconocerlo, no
existe otra palabra más adecuada para definirlo. Cuando se trata de la vida de
las personas, los eufemismos salen sobrando; no con adornar las palabras se va
a ocultar una realidad patente ante nuestros ojos. Otra realidad (pero esta sí merece aplauso) es el despertar
de la ciudadanía. Ahora, las concentraciones o protestas ya no son tan
aisladas. Cada vez, la participación social se hace presente, exigiendo
derechos negados por quienes nos representan en los distintos espacios de
Gobierno o en apoyo a quienes lo necesitan. Algo a ponderar son también las
reseñas que algunas personas hacen de manera puntual sobre los sucesos
inmediatos, que dan luz a quienes por diferentes circunstancias no asisten,
pero sí lo replican en sus redes sociales. En ese sentido, más población está al tanto y puede
formarse una opinión personal y crítica de lo que pasa en el país y nuestro
estado. Las redes sociales son un vehículo con turbo integrado, con una gran
penetración hacia todos los rincones del país, y aunque no todo lo que circula
en ellas es fiable, sí ayudan a que al menos lo que no es basura en algunas
circunstancias haga figura. Otro aplauso es para las y los jóvenes, que empiezan a
empujar duro y con sentido crítico a todo lo que está aconteciendo en nuestro
país. La frase trillada: “los jóvenes son el futuro” es totalmente falsa; los
jóvenes son el presente, el aquí y ahora, y por supuesto, si no se involucran
en cambiar lo que sucede hoy, el futuro no se vislumbrará muy alentador para
ellas y ellos. Pues aún con el sostén que de las y los adultos reciban ahora,
no será suficiente a futuro. Las marchas y concentraciones relacionadas a la
conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, sensibilizaron
aún más a la población, de ahí que cuando aparece la noticia del campo de
exterminio y el hallazgo de posibles hornos crematorios en el rancho Izaguirre
en Teuchitlán, Jalisco, las reacciones no se dejaron esperar, una por la
gravedad del problema, y otra por el hartazgo de la población, quienes ya no
soportamos más tanta masacre, la parsimonia y el desinterés de las autoridades
y de otros actores políticos. Como es el caso del presidente de la Mesas Directiva del
Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, que cuestiona la veracidad
expresada por los colectivos de búsqueda, al declarar en sus redes lo
siguiente: “hay 200 zapatos ahí, sí. Pero, ¿quién dice que esos zapatos son de
personas desaparecidas, que lo que se viene contando es cierto?”, pidiendo
cautela hasta que la Fiscalía de Jalisco termine con la investigación
correspondiente. ¿Qué tan ignorante es, que no sabe que las fiscalías no
trabajan para responderle al pueblo, que no se puede confiar en ellas, que
responden a intereses ajenos para lo que fueron creadas? Y que los medios de
comunicación, que igual acusa, ¿responden más a intereses del Gobierno en
turno? O sea, al que él pertenece.
Aunque existen palabras fuertes para calificar estas
declaraciones, solo diré que ojalá a este personaje, y quienes piensan y actúan
como él, nunca vivan una tragedia como la de las familias que siguen en la
búsqueda de sus hijas o hijos.