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PUNTO CENIT



MAYRA EDITH MARTÍNEZ

Código Mariposa


Miércoles 19 de Marzo de 2025 11:53 am


LA pérdida de un bebé durante el período perinatal es un dolor profundo que va más allá de la ausencia física del bebé, afectando emocionalmente a las mujeres y personas gestantes. La falta de apoyo adecuado en este proceso puede agravar el sufrimiento, especialmente cuando no se cuentan con protocolos institucionales sensibles.

Esta situación conlleva impactos emocionales profundos para las mujeres y personas gestantes, así como para sus familias, quienes enfrentan no solo el duelo, también la falta de sensibilidad institucional y la ausencia de protocolos adecuados en nuestro sistema de salud. Estas prácticas constituyen una forma de violencia simbólica.

La violencia simbólica, según Pierre Bourdieu, se ejerce a través de normas y estructuras que marginan a ciertos grupos. En el caso del duelo perinatal, se manifiesta cuando el personal médico minimiza el dolor de la madre, utiliza un lenguaje insensible o le niega la oportunidad de vivir su duelo de manera digna. Esta falta de empatía refuerza la idea errónea de que la pérdida de un bebé es algo “menor” o “fácil de superar”.

Este tipo de violencia puede tener consecuencias profundas y duraderas en la salud emocional de la madre. La ausencia de apoyo adecuado durante el posparto puede llevar a trastornos emocionales como la desesperanza, la depresión y la ansiedad. Además, la invalidación de sus sentimientos puede hacer que la madre se sienta culpable, incluso cuando no tiene responsabilidad alguna por lo sucedido. Esta internalización de culpa y la percepción negativa de sí misma dificulta su proceso de sanación, prolongando un sufrimiento innecesario y emocionalmente devastador que podría haberse evitado con una atención más empática y respetuosa.

La muerte gestacional, perinatal y neonatal, es un problema de salud pública que afecta a millones de mujeres en el mundo y está subestimado en México, donde en 2023 se registraron 23 mil 541 muertes fetales.

Al respecto, en Colima, la diputada Betsy Pínzon está impulsando una iniciativa llamada “Código Mariposa” para que se implemente un protocolo de atención para mujeres que sufren la pérdida de su bebé durante el embarazo, parto o posparto, el cual permitirá que en los hospitales del estado de Colima se brinden:

1.- Capacitación y sensibilización del personal de salud sobre el tema.

2.- Colocación del distintivo de mariposa para identificar a la mamá que ha perdido a su bebé, con el objetivo de brindarle un trato empático y humano.

3.- Habitaciones separadas para mamás con bebés o áreas de maternidad.

4.- Brindar un espacio privado para la despedida de su bebé en compañía de su pareja o familia.


La propuesta está inspirada en iniciativas internacionales que buscan humanizar la atención brindada a las mujeres que han perdido a sus bebés mediante la creación de espacios exclusivos, apoyo psicológico especializado y la posibilidad de despedirse de sus hijos en un entorno digno y apropiado.

Esta iniciativa ya ha sido implementada en algunos estados de México. Su inclusión en nuestra legislación local aseguraría la atención digna de las mujeres que atraviesan estos duelos, y su alcance llegaría a todo el sistema hospitalario de nuestra entidad.

La implementación del Código Mariposa en los hospitales de México es una necesidad urgente. No puede esperar más. Es responsabilidad del Congreso del Estado garantizar que esta iniciativa sea aprobada. Por otro lado, las instituciones de salud y las autoridades pertinentes deben asegurar que todas las mujeres reciban una atención digna y respetuosa, especialmente en momentos tan delicados y dolorosos.

Desde Punto Cenit, hacemos un llamado a la reflexión: implementar el “Código Mariposa” es un paso necesario para construir un sistema de salud más humano, donde todas las mujeres  tengan derecho a un entorno de paz y tranquilidad en medio de su proceso de duelo. 


nnacolima@gmail.com 

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