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DESDE EL PÁRAMO



ARNOLDO DELGADILLO GRAJEDA*

Desde Manzanillo trafican mercurio


Viernes 11 de Abril de 2025 10:24 am



Dos noticias publicadas esta semana han revelado una problemática no vista antes en el puerto de Manzanillo. Si bien este es considerado la joya de la corona del comercio internacional en el Pacífico mexicano, también es en uno de los puntos rojos por el tráfico ilegal de sustancias y mercancías.


Se trata de la exportación ilegal de mercurio desde Manzanillo hacia América del Sur, donde este metal tiene gran demanda para la minería ilegal de oro, lo que representa un grave peligro tanto para el medio ambiente como para la salud pública.


En la primera nota, la Profepa y la Semarnat informaron que un cargamento de mercurio asegurado en diciembre de 2023 en el puerto fue retirado del lugar el pasado 31 de marzo y trasladado por una empresa autorizada por la propia Semarnat para su confinamiento final y seguro, proceso que concluyó el 7 de abril.


Este cargamento, de aproximadamente tres toneladas de mercurio, pretendía ser exportado ilegalmente al Estado Plurinacional de Bolivia y se encontraba oculto en 214 rodillos metálicos para bandas transportadoras, herramienta común en diversas áreas industriales.


La segunda noticia dio cuenta de un decomiso aún mayor: la Marina aseguró un cargamento de casi seis toneladas de mercurio, con un valor estimado de poco más de 49 millones de pesos. Este material también se pretendía exportar ilícitamente a Sudamérica, oculto en 240 cubetas de pintura acrílica.


La acción se llevó a cabo durante una inspección conjunta entre personal naval y elementos de la Aduana Marítima, quienes detectaron irregularidades en un contenedor. Al proceder a su revisión, localizaron el material peligroso, el cual carecía de los permisos requeridos para su exportación legal.


Desde una mirada más amplia, esta problemática global que ahora se manifiesta en Manzanillo evidencia que el tráfico de mercurio en América Latina es una actividad ilícita que facilita la minería ilegal de oro en la región. Este comercio inicia en países como México (que actúa como proveedor clave) y se extiende a través de diversas rutas hacia naciones como Bolivia, Perú, Brasil, Colombia y Guyana.


México ha sido identificado como un importante exportador de mercurio. Aunque el país ha ratificado el Convenio de Minamata (instrumento internacional que busca reducir el uso y comercio de este metal tóxico), las exportaciones hacia Sudamérica han continuado, en parte debido a acuerdos comerciales favorables y a la persistente demanda de la minería artesanal de oro.


Por su parte, Bolivia se ha convertido en un centro neurálgico del comercio de mercurio en Sudamérica. A pesar de las regulaciones internacionales, importa grandes cantidades, principalmente desde México, para luego distribuirlas tanto internamente como hacia países vecinos como Perú y Brasil, donde la minería ilegal es prevalente.


La exposición al mercurio es altamente peligrosa, especialmente durante el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de la vida. Puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunológico, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, los riñones y los ojos. Sus efectos adversos incluyen temblores, trastornos de la visión y la audición, parálisis, insomnio, inestabilidad emocional, deficiencias en el crecimiento fetal, problemas de concentración y retraso en el desarrollo infantil. Además, contamina el medio ambiente.


El mercurio es un elemento químico cuyo uso, manejo, almacenamiento, fabricación, importación y exportación están severamente restringidos por el Convenio de Minamata, debido a sus impactos ambientales y en la salud.


Que Manzanillo, el principal puerto comercial del país, se vea involucrado en una red de tráfico ilegal de mercurio invita a una reflexión profunda sobre los desafíos que enfrenta México en materia de comercio internacional y protección ambiental. Si bien las recientes acciones de las autoridades muestran un compromiso con la legalidad y la salud pública, estos casos evidencian la necesidad de seguir fortaleciendo los mecanismos de control, supervisión y cooperación institucional.


 


*Periodista e investigador social


rolandonotas@gmail.com


Twitter: @rolandonotas