RAZONES

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Toda la seguridad es local
Martes 15 de Abril de 2025 8:51 am
TODA la política es local, decía Tip O’Neill, célebre
senador que ocupó su escaño por décadas siguiendo esa norma. También podríamos
decir, parafraseando a O’Neill, que toda la seguridad es local. Siempre hablamos de la seguridad desde una concepción
federal. Y es lógico: se debate si la Guardia Nacional (GN) debe estar en la
Defensa o tener mando civil, si los militares deben participar en la seguridad
pública o no, porque así se determina una estrategia de seguridad; sin embargo,
nos olvidamos que en realidad la GN, por ejemplo, tiene 130 mil elementos, pero
existen cerca de 400 mil policías estatales y municipales, que en la mayoría de
los casos están mal equipados, con salarios insuficientes, atacados o cooptados
por grupos criminales y con muchas autoridades que prefieren deshacerse del
problema, dejarlo en manos de la federación y no invertir ni un peso en
seguridad. Hacer crecer la seguridad desde el ámbito estatal y
municipal es uno de los objetivos de este gobierno y eso se debe hacer operando
desde arriba pero también desde abajo, desde los propios municipios. En las
próximas semanas le contaremos algunas de esas historias. Hoy vamos a comenzar
con una que me llamó profundamente la atención. Días atrás, el C4, el centro de control de seguridad del
municipio de Escobedo en Nuevo León, y la policía de proximidad, la fuerza
municipal, recibieron en EUA las tres acreditaciones internacionales de la
Comisión de Acreditación para Agencias de Aplicación de la Ley, CALEA,
reconocimiento poco común e importante que legitima en el ámbito internacional
los métodos y procedimientos de una institución de seguridad. Fui invitado a conocer las instalaciones de seguridad en
Escobedo y me sorprendí gratamente, porque en sus funcionarios existe mucha
claridad sobre qué tienen que hacer y porqué. El presidente municipal Andrés
Mijes, es de Morena pero como él mismo dice, lo suyo es una 4T norteña, en
otras palabras, una 4T, dice, que quiere e impulsa la iniciativa privada y las
inversiones mediante las cuales quieren mejorar la calidad de vida de la
población. Da permisos de construcción en tres días y cobra rigurosamente el
predial para con esos recursos y con poco apoyo de la federación y el estado,
garantizar lo que más le piden los empresarios y los ciudadanos: la seguridad
personal y jurídica. Y lo está logrando. Cuando estaba en Escobedo, recordaba lo que alguna vez me
dijo en Brasil Luis Inácio Lula da Silva: durante su exitoso primer gobierno,
necesitaba sacar a millones de la pobreza y decidió hacerlo abriendo la
economía, logrando millonarias inversiones y cobrando impuestos sobre las
mismas. No obstaculizó a los empresarios, les facilitó la inversión. En nuestro
caso eso es muy posible, pero para hacerlo, uno de los capítulos centrales es
garantizar la seguridad y reducir drásticamente la corrupción y la burocracia. Puedo equivocarme, pero eso es lo que me pareció ver en
Escobedo, lo que se refrendó cuando, en el despacho del alcalde Mijes, estaba
en lugar destacado una foto del principal ícono empresarial regiomontano, don
Eugenio Garza Sada, asesinado por un comando de la Liga 23 de septiembre en
1973, en un oscuro operativo que ya hemos descrito en el libro Nadie Supo Nada,
la verdadera historia del asesinato de Eugenio Garza Sada.
Las fotos y cuadros son, en este caso, una declaración de
principios. Me fui con buen sabor de boca de Escobedo.