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PUNTO CENIT



MAYRA EDITH MARTÍNEZ

Educación para la paz


Viernes 25 de Abril de 2025 9:38 am


LA ignorancia y la falta de oportunidades son un caldo de cultivo para la violencia. Según la Unesco, “las sociedades con mayores niveles de educación tienden a ser más pacíficas". Esto se debe a que, cuando una sociedad invierte en educar a sus ciudadanos, hay una reducción significativa de la delincuencia.

El poeta y actor Edward James Olmos lo expresó de forma acertada: “la educación es la vacuna contra la violencia." Y sin duda lo es. La educación es una herramienta sumamente poderosa, pues permite erradicar la violencia desde sus raíces. No se trata solo de transmitir conocimientos académicos, una educación integral abarca la gestión de emociones y adquisición de valores.

Muchos actos violentos durante la infancia surgen de la frustración, la ira o la falta de autocontrol. La educación emocional ayuda a los niños a identificar y gestionar emociones como el enojo, la tristeza o el miedo; a comunicarse de forma asertiva, y a resolver conflictos mediante el diálogo, la negociación y la mediación.

Según la OCDE, los niños que reciben educación emocional presentan menos conductas agresivas y un mejor rendimiento académico.

Países que han invertido fuertemente en educación, como Finlandia o Japón, presentan bajos índices de violencia. Sus claves comunes son: una inversión no solo en infraestructura, sino también en el bienestar emocional del alumnado; docentes altamente preparados, valorados y respetados por la comunidad escolar; programas contra el acoso escolar y mediación; así como una sólida enseñanza de valores como la solidaridad, el respeto y la importancia de la comunidad.

Si bien cada país enfrenta circunstancias diferentes, podemos adoptar las mejores prácticas de estos casos de éxito. ¿Qué podemos hacer para impulsar un cambio? Todas y todos podemos contribuir a que la educación sea un antídoto eficaz contra la violencia.

Primero, recordemos que la educación comienza en casa. Es importante fomentar una relación cercana con nuestros hijos e hijas, hablar con ellos, involucrarse en sus tareas escolares y, sobre todo, predicar con el ejemplo, pues nuestras acciones educan más que nuestras palabras.

También debemos involucrarnos más en los programas escolares: no solo acudir por las calificaciones, sino participar activamente en las escuelas para padres y en las actividades propuestas por los planteles, que fomenten la presencia y la colaboración familiar. Debemos resignificar y honrar la figura de las y los maestros, pues ellos son pilares fundamentales de la educación.

Es fundamental fomentar entornos escolares seguros e inclusivos, donde se promueva la participación y el sentido de pertenencia, evitando la exclusión. Se debe integrar a niñas y niños en situación de vulnerabilidad, evitando su marginación.

Promover espacios donde reciban apoyo tanto emocional como académico. Contar con educación emocional en las escuelas es clave.

Desde Punto Cenit, queremos invitar a educar desde la niñez. La familia es clave para fomentar el respeto, la empatía, la tolerancia y la resolución pacífica de conflictos de manera preventiva. De esta manera, estaremos construyendo cimientos sólidos que fortalezcan el carácter y las habilidades sociales de nuestros niños y niñas, previniendo el desarrollo de conductas agresivas o delictivas. ¡Eduquemos hoy para vivir en un mañana sin violencia!

 

Facebook: Mayra Edith Martínez