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LETRAS Y NÚMEROS



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

Papa Francisco: “Por los más pobres”


Lunes 28 de Abril de 2025 8:29 am


Imagino una Argentina conmocionada, enmudecida y dividida, pero sobre todo, con un signo de interrogación en sus corazones, sin alcanzar a comprender que hicieron mal como para que el argentino más famoso de su historia les haya dado la máxima alegría cuando fue electo como el Sumo Pontífice, para luego no regresar a visitarlos durante los 12 años que duró su reinado, algo impensable en una Argentina donde no hay uno solo de sus moradores que no aspire a ser famoso y volver a su país a recoger el aplauso y los vítores, muy justificados cuando se triunfa en el extranjero.

El Papa Francisco sabía muy bien lo que hacía. Durante los doce años de su pontificado, Argentina y el Papa Francisco vivieron una unión indisoluble e indivisible y le produjo más beneficios a su patria que si hubiese ido a visitar a sus paisanos. El conocía muy bien a los pibes y sabía que en su país había y hay todavía muchas heridas que no han cicatrizado. Francisco, el Papa, sabía muy bien que su presencia desataría un sinnúmero de opiniones, tanto a favor como en contra y muy sabiamente postergó para siempre su regreso a la patria. De cualquier manera, el mundo tenía puestos los ojos en él y en su nación a la que tanto amaba.

Francisco llegó a sacudir el Vaticano, dando muestras de una austeridad que nunca había tenido o se había perdido desde hacía mucho. Escogió el nombre de Francisco, recordando al hombre que en el siglo XIII renunció a las riquezas materiales y se dedicó a rescatar a los pobres que encontraba en las calles, pregonando con el ejemplo de pobreza y humildad, ganándose el mote de el “pobrecillo”.

Muchas anécdotas se contarán de Jorge Mario Bergoglio y del Papa Francisco, pero la que impactó al mundo que en su primer día de papado seguía sus pasos, fue cuando, ya vestido con su sotana blanca y su solideo del mismo color, rechazó la limusina y viajó en el autobús donde viajaban los cardenales y pidió que el vehículo se detuviera en el hotel que había habitado los días previos al Cónclave, solicitando su factura para liquidarla de su propio bolsillo. Los administradores no querían recibir el dinero, pero El Papa insistió y les dijo que era lo justo.

Ese era el Papa Francisco, quien enfrentó las más duras críticas de los muchos detractores que tiene la iglesia, pero que vivió su pontificado con la sencillez con que siempre se condujo. Los miércoles y domingos comía en el comedor de Santa Marta. Una hora antes de que llegaran todos los superiores, él comía con los mozos y cocineros y él mismo se servía su comida. Ese era el comportamiento de quien tenía el cargo vitalicio más poderoso del planeta y que en su juventud trabajó como portero en un bar y también fue barrendero. Descanse en paz, Papa Francisco.

¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas. Mi correo: jbrambilaleal@yahoo.com.mx