Sí al desfile del 1 de mayo

ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Martes 29 de Abril de 2025 8:14 am
PARECE ser que todo se está orientando para no realizar el
tradicional desfile del primero de mayo en nuestro estado, al menos
oficialmente. Si esto llegara a suceder, sería el primer año en que la fecha
más importante para la clase trabajadora deje vacías las calles principales, ya
que es el espacio donde las demandas por aumento salarial, reducción de horas
de trabajo, mejores condiciones laborales, prestaciones de ley dignas y otras
más resuenan, exigiéndole a la patronal, tanto iniciativa privada como gobierno,
su cabal cumplimiento. En nuestro país, la conmemoración del primero de mayo data
de 1913, y fue la Casa del Obrero Mundial quien la organizó. Primero, en el
Hemiciclo a Juárez se realizó un mitin, para luego seguir con una marcha hasta
la Cámara de Diputados. Pancartas con consignas alusivas a los derechos de las
y los trabajadores, tambores y una gran algarabía, eran el ingrediente
principal. Este 1 de mayo toma relevancia porque fue la fuerte presión ejercida
lo que llevó al Gobierno a incluir en la Constitución de 1917 la jornada
laboral de 8 horas de trabajo y otros derechos laborales en su artículo 123,
siendo en su tiempo la Constitución más avanzada en términos sociales. Cierto que el movimiento obrero de hace algunas décadas era
muy combativo y contestatario. Quienes lideraban al gremio se distinguían por
ser elegidos democráticamente y procurar el bienestar común. Su lucha se
centraba en conservar beneficios ganados y gestionar otros que estaban
estancados o nuevas necesidades básicas que se iban presentando en el trascurso
de su estancia al frente del gremio. Lentamente se fue degradando el verdadero sentido sindical;
ahora solo existen grupos divididos a conveniencia de los partidos en el poder
que solo los utilizan para llevar votos en tiempos de elecciones. Y aunque
todavía existen las grandes centrales que albergaban a los sindicatos y
significaban una gran fuerza de presión, ahora son un remedo; desde la madre de
todos ellos, la CTM, hasta las pequeñas agrupaciones que existen en casi todos
los estados que integran nuestro país; salvo algunos sindicatos independientes,
la mayoría está afiliado alguno de estos elefantes blancos. En mis recuerdos, veo al SME (Sindicato Mexicano de
Electricistas) y al de Telefonistas, en una lucha constante por revisiones
contractuales que verdaderamente favorecían a sus agremiados, logrando
prestaciones que eran envidia de otras agrupaciones que, por su tamaño y su
misma dinámica sindical, les era más difícil acceder a estos logros, y si lo
hacían era porque tanto sus afiliados como sus dirigentes empujaban fuerte y
lograban una correlación de fuerzas que les permitía presionar a las
autoridades y patrones para obtener los beneficios demandados, y donde la
corrupción no era tan descarada como lo constatamos en la actualidad. El desprestigio progresivo del Gobierno del Estado de
Colima, seguramente se acelerará si persiste la amenaza de no al desfile ¿Cuál
es el temor? ¿Qué compromisos ya están pactados? Si precisamente el espíritu
del desfile ha sido y es, evidenciar públicamente las carencias económicas,
compromisos no cumplidos, balconear a las o lideres corruptos y a rio revuelto,
exigir también cese a la inseguridad. Así las cosas. Hoy día, se calcula que 70 por ciento de la
ciudadanía desconfía totalmente de los sindicatos por corruptos, seguido de la
policía y los partidos políticos. Nuestro estado no es la excepción, los dos
sindicatos más grandes, SNTE y STSGE, no han estado a la altura de las demandas
de sus agremiados, pues continua la práctica de los arreglos en lo “oscurito”
entre lideres y la patronal. El único bastión que se mantiene firme es la CNTE
(Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), que tiene emplazado un
paro nacional para el 15 de mayo, cuya exigencia principal es la derogación de
la Ley del ISSSTE y demandas rezagadas del gremio de maestras y maestros.
Sí al desfile.