Libertad de expresión: llamado a la acción

EDUARDO SÁNCHEZ GARCÍA*
Miércoles 30 de Abril de 2025 8:21 am
EN un mundo donde las ideas moldean el presente y
construyen el futuro, la libertad de expresión se erige como un pilar
fundamental de la vida democrática y un motor esencial para el florecimiento de
las personas, las empresas y las sociedades. En las empresas, creemos que esta libertad no es un lujo,
sino una condición indispensable para el ejercicio pleno de la vida, la
creatividad y el emprendimiento. Es el cimiento sobre el cual se edifican
comunidades prósperas, justas y dinámicas. La libertad de expresión es el oxígeno de la democracia.
Permite que los ciudadanos participen activamente en el debate público,
cuestionen decisiones, propongan soluciones y ejerzan su derecho a elegir. En
una democracia vibrante, las voces diversas no sólo coexisten, sino que se
enriquecen mutuamente, generando consensos que fortalecen el tejido social. Sin
esta libertad, el diálogo se asfixia, las instituciones se debilitan y el poder
se concentra en unas pocas manos, alejándonos del bien común que en Coparmex
defendemos con convicción. Esta libertad no solo implica el derecho a hablar, sino
escuchar y disentir respetuosamente. Es un vehículo para la rendición de
cuentas, la transparencia y la construcción de políticas públicas que respondan
a las necesidades reales de la sociedad. En un entorno donde las ideas fluyen
sin temor, los ciudadanos se convierten en agentes de cambio, capaces de
transformar su realidad con creatividad y compromiso. La libertad de expresión va de la mano con la libertad de
emprender, el motor de desarrollo económico y social. Las empresas nacen de
ideas, de sueños que se atreven a desafiar lo establecido. Para que esas ideas
prosperen, los emprendedores necesitan un entorno donde puedan expresarlas,
compartirlas y defenderlas sin restricciones arbitrarias. Un país que silencia
voces es un país que reprime la innovación, limita la competencia y frena el
crecimiento. La libertad de expresión también permite a las empresas
alzar la voz para defender sus derechos, proponer mejoras al marco regulatorio
y contribuir al diseño de políticas públicas que promuevan un mercado libre,
justo y sostenible. Nos toca abogar por un modelo económico donde las empresas
no sólo generen riqueza, sino que actúen como agentes de cambio social,
alineadas con principios éticos y responsables. Esta misión solo es posible en
un entorno donde la libertad de expresión se respeta y protege. Cuando defendemos la libertad de expresión, defendemos el
derecho de cada persona a ser protagonista de su propia historia. Defendemos la
posibilidad de que un joven emprendedor lance un startup que revolucione el
mercado, de que una comunidad alce la voz para exigir justicia, o de que una
empresa proponga soluciones innovadoras a los retos del siglo XXI. Nos toca a los empresarios hacer un llamado a proteger y
fortalecer la libertad de expresión como un pilar irrenunciable de nuestra
democracia y nuestra economía. Invitamos a los ciudadanos, empresarios y
autoridades a trabajar juntos para garantizar que todas las voces sean
escuchadas, que las ideas fluyan sin temor y que el emprendimiento prospere en
un entorno de libertad y respeto. Solo así construiremos un México más justo, próspero y
humano, donde el bien común sea la brújula que guíe nuestro camino. Jamás
silenciarnos ante redacciones tramposas que pretendan convertir nuestra
democracia en una dictadura, mucho menos en un México en el que si no compartes
sus ideas, debas ser propiamente un enemigo.
*Presidente de Coparmex Colima