ACOSO ESCOLAR

EDITORIAL
Viernes 02 de Mayo de 2025 8:26 am
ES importante partir del hecho de que, al hablar sobre
acoso escolar, se habla de una forma de violencia entre estudiantes que no
pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de
desventaja o inferioridad. Según la Unesco, más de 36 por ciento de los estudiantes
son afectados por este fenómeno, y uno de cada tres ha sido agredido
físicamente al menos una vez al año. La organización internacional no gubernamental Bullying Sin
Fronteras situó a México el año pasado como el segundo lugar a nivel mundial
con 280 mil casos graves de bullying y ciberbullying. Estas cifras reflejan, además del sufrimiento individual de
las víctimas, las consecuencias negativas para el clima escolar, el rendimiento
académico y la salud mental de niñas, niños y jóvenes. La Encuesta sobre acoso escolar entre estudiantes de
educación secundaria, realizada por Mejoredu, señala que las agresiones
reportadas con más frecuencia por estudiantes son de tipo verbal, físico y
social. Por ejemplo, insultos, burla, exclusión, robo o golpes. Por otro lado, la última Encuesta Nacional sobre la
Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), emitida por el Inegi,
señaló que en especial a las mujeres, la violencia suele ser más de tipo
psicológica y sexual, y Colima se posicionó como uno de los tres estados con
mayor prevalencia de violencia en el ámbito escolar contra las mujeres a lo
largo de su vida como estudiantes. Todas estas cifras señalan que es necesaria una
intervención coordinada, constante y efectiva por parte de autoridades,
instituciones educativas, familias y la sociedad.
En el marco del Día Internacional contra el Bullying o el
Acoso Escolar, un ejercicio interesante sería que ayuntamientos, en
colaboración con Gobierno del Estado de Colima, lleven información oportuna a
estudiantes sobre cómo proceder ante una situación de acoso escolar, y
capacitar a docentes y directivos de planteles educativos para que cada caso
sea correctamente evaluado y canalizado según su naturaleza. La protección de
la infancia y la juventud frente este problema debe ser una prioridad en la agenda
educativa y social del estado.