CRECIMIENTO EMOCIONAL

RUTH HOLTZ*
Cultiva emociones positivas
Viernes 02 de Mayo de 2025 8:25 am
LA psicoterapia se asocia más con trabajar en emociones
negativas. Uno acude porque tiene sufrimiento emocional, porque experimenta
emociones negativas como miedo, ira, tristeza. Los motivos de consulta son por
crisis matrimonial, heridas del pasado que persisten en producir dolor y malas
consecuencias en la vida actual. Se enfocan las fobias, los ataques de pánico o
de rabia, los trastornos del estado de ánimo y el carácter conflictivo. La psicoterapia es más que eso. Finalmente, lo que se busca
es liberarse de la tendencia a culpar a los demás, a las circunstancias o a los
traumas del pasado de lo que es nuestra vida hoy. Asumir que somos responsables
de nuestra vida y que podemos cambiar nosotros mismos, sin pretender cambiar a
los demás o hacerles pagar es un primer paso. Lo que verdaderamente cambiará nuestra vida será cultivar
emociones positivas. Lo ponemos entre comillas porque no necesariamente las
emociones son clasificables. Son mensajes de nuestro interior que si sabemos
escuchar nos permiten generar emociones que nos expandan, que nos traigan calma
y paz, salud de nuestro sistema nervioso. Las emociones llamadas negativas alteran nuestro cuerpo,
exigiendo de éste respuestas vitalmente muy costosas. Hay emociones que nos
vitalizan, engrosan nuestra materia gris y nos llevan a responder ante la vida
de una manera más sabia. Sentir compasión, gratitud, generosidad, amor
incondicional, regocijo, nos disponen a un manejo emocional más eficiente y
significativo para mejorar nuestras relaciones. Esto mejora nuestra posibilidad
de seguir cultivando estas emociones. Más que emociones, implican valores.
Acaso son lo mismo porque las emociones se enfocan, y si las enfocas en lo
edificante, tu vida mejora. Compasión es sensibilidad al sufrimiento propio o con la
intención de aliviarlo, sin que eso implique padecerlo ni tampoco sentir
lástima, sino una humanidad compartida. Cuando adoptamos esta actitud ya no
luchamos ni nos perdemos en el dolor, sino que hacemos algo por darnos
consuelo. La gratitud es también cambiar el foco de atención de que “me deben
satisfacer mis necesidades”, a reconocer que nadie está obligado y que es de
agradecer lo que recibimos. Amar sin esperar nada a cambio, por el puro impulso
de un corazón bondadoso que se recrea en el bienestar de otro es un valor digno
de cultivar. En psicoterapia, también procuramos mejorar todos estos
aspectos de un carácter íntegro, de una persona con valores para enfrentar los
desafíos de su vida. *Psicoterapeuta 312 330 72 54 / 312 154
19 40