DESDE EL PÁRAMO

ARNOLDO DELGADILLO GRAJEDA*
El no desfile del 1 de mayo
Viernes 02 de Mayo de 2025 8:24 am
ESTE 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, Colima
amaneció sin una de sus postales tradicionales: la marcha obrera por las calles
del centro de la ciudad. Nada de mareas humanas con playeras de colores bajo el
sol del trópico ni de consignas coreadas al unísono por cientos de
trabajadores. La versión oficial del Gobierno del Estado de Colima fue
que “el acuerdo al que se llegó en conjunto con los diversos sindicatos que
agrupan a la clase trabajadora colimense, es que sea cada organización,
internamente, la que defina cómo decide conmemorar el 1 de mayo”. No obstante,
reiteraron que las organizaciones gremiales cuentan con “total libertad y
garantías” para realizar sus propios actos. Por su parte, Martín Flores Castañeda, secretario general
del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE),
explicó que la marcha en la capital se suspendió porque la gobernadora fue
invitada a encabezar el desfile en Manzanillo. Sin embargo, el horario
propuesto para Colima (13:00 horas) fue rechazado por líderes sindicales al
considerar que no existían condiciones adecuadas. A pesar de todo, la
gobernadora tampoco estuvo presente en Manzanillo. No es la primera vez que se suspende el desfile del 1 de
mayo en Colima (ya ocurrió antes en 2009, 2020 y 2021 por razones sanitarias),
pero esta vez no hubo pandemia. Las razones no están en los virus, sino en una
creciente distancia entre el Gobierno y los trabajadores organizados. Aun sin desfile, los sindicatos no se quedaron callados. El
STSGE transmitió en vivo un pronunciamiento crítico; el SNTE realizó un mitin;
y la FSTSE convocó a un acto donde trabajadores del sector salud y del INAH
hicieron escuchar sus demandas. Esta reconfiguración no es solo logística, sino
simbólica: quizá estamos dejando atrás el viejo formato institucionalizado del
desfile para dar paso a expresiones más descentralizadas, más críticas y con
mayor autonomía. El ejemplo más claro es el Movimiento 28/30 del magisterio,
que salió a las calles a exigir la restitución de la jubilación por años de
servicio (28 años para mujeres, 30 para hombres), la eliminación del régimen de
afores, y el abandono del uso de las UMAS como base para el cálculo de
pensiones. Además, repudiaron el liderazgo sindical estatal y
calificaron al Gobierno del Estado de “corrupto”, enarbolando una frase
contundente: “La dignidad no se suspende ni se negocia, se defiende, gobierne
quien gobierne.” En este contexto, la ausencia del desfile se convirtió en
una presencia incómoda. El silencio de las calles reveló el ruido de las
fracturas. Las viejas formas de movilización, muchas veces subordinadas al
poder, comienzan a dar paso a expresiones más contestatarias, más diversas y
menos dóciles. ¿Estamos ante el surgimiento de nuevas disidencias? Todo
apunta a que sí. Después del triunfo electoral de la izquierda, y de que muchos
de quienes solían criticar desde fuera llegaron al poder, PRI y PAN no lograron
constituirse como una oposición efectiva. Sin embargo, comienzan a emerger voces críticas desde otros
márgenes: el magisterio, el sector salud, el sindicalismo no alineado.
Disidencias que no provienen del juego partidista tradicional, sino de los
conflictos reales en los centros de trabajo, en las calles, y en la defensa de
los derechos conquistados. Quizá el nuevo rostro de la oposición no esté en las
urnas, sino en las pancartas. PUNTO Y APARTE Agradezco profundamente los mensajes que he recibido en las
calles y en mi correo electrónico sobre mis pasadas columnas, especialmente la
de la semana anterior donde describí “la paradoja del privilegio”. Celebro que
haya generado conversación, coincidencias, pero también disensos: eso es, al
final, lo que enriquece el debate público. Discrepar no nos debilita, nos
fortalece como sociedad. Ojalá sigamos dialogando, incluso desde nuestras
diferencias, porque solo así se construye una democracia viva, plural y
verdaderamente incluyente. *Periodista e
investigador social
rolandonotas@gmail.com / Twitter:
@rolandonotas