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Morena y su falacia mayor



ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA


Martes 06 de Mayo de 2025 1:36 pm


TUVO lugar en la Ciudad de México este fin de semana el VI Consejo Nacional del Partido Morena, y a propósito de la composición de este nuevo consejo, podemos asevera que su elección es la antítesis de lo que a democracia se refiere. Pero eso tampoco es novedad; desde su estructura misma, todo se maneja a partir de un grupo selecto y compacto llamada cúpula.

En los primeros procesos para estructurar el partido, y desde una incipiente democracia, se planteó que su estructura debería crecer desde las bases, que son para esto los municipios, y hacia allá se encaminó el trabajo. Lentamente, se fue abandonando este propósito y solo se fue configurando para una estructura estatal, desde donde se dirigían todos los lineamientos a implementar, y claro, el primero fue lograr la afiliación necesaria para elevar al movimiento a estatus de partido.

Ya siendo partido, nunca más se planteó la idea de regresar a la estructura original, como cualquier otro instituto político, desde las bases municipales. Y así hasta nuestros días. De hecho, las dirigencias estatales no mueven un dedo sino es con la venia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Allá se dictan normas, estrategias y lineamientos sobre las idoneidades para todas las propuestas electorales, dirigencias estatales y todo lo necesario para centralizar y garantizar el control.

El rol de las y los consejeros se limita a levantar la mano para emitir el voto de lo que ya la dirigencia nacional tiene señalado como prioridad. El orden del día está definido de acuerdo a lo que el CEN necesita que se apruebe. Muy atrás quedaron aquellos congresos en los que se ponía a consideración de las y los consejeros los puntos a tratar; las discusiones se daban cuando los descensos eran permitidos y venían a enriquecer el contenido general de la asamblea; ahora, la dedocracia es la que reina; pero las fotos dan fe de la satisfacción generalizada, pues todo queda en familia.

Valores entendidos, levantar la mano sin cuestionar, solo obedecer, tiene su recompensa, y se refleja en los procesos electorales u otros favores colaterales, aunque también, como dice un dicho: “quien tiene más saliva, come más pinole”, y como no siempre hay suficiente, pues ahí se la van llevando por turnos. ¿Y la base? ¿La que construyó el partido? Una continúa perteneciendo al pueblo bueno y sabio, que recibe los apoyos de los programas sociales, y la que cuestiona, protesta por tanto dispendio y corrupción, en la marginación, afortunadamente solo de las filas del partido.

Sin embargo, este congreso pasa a la categoría de lo sui generis, pues dentro del contenido del discurso de la presidenta nacional, Luisa María Alcalde Luján, que le puso más injundia de lo normal, menciona los lineamientos para el comportamiento ético que ostentarán las personas como representantes, servidoras públicas, protagonistas del cambio verdadero y militantes del partido. El contenido de estos lineamentos es: “queda prohibido el nepotismo, el uso de recursos públicos para beneficio personal o de grupo, y la opulencia como viajes en primera clase, uso de vehículos blindados, turismo político, usar ropa de marca y cualquier otro tipo de extravagancias”.

“De buenos propósitos está lleno el purgatorio”, se dice por ahí. Seguramente pronto veremos, en primer lugar, en las cocheras de gobernadores, funcionarios de primer nivel, diputados, diputadas y demás, una gran venta de garaje con todas las extravagancias que han disfrutado hasta ahora. Y en segundo, la mayoría de las oficinas de Gobierno vacías, pues, ateniendo a estos lineamientos, nadie que tenga parentesco entre sí, podrá ya ocupar un puesto dentro de la estructura gubernamental.

Y para no olvidar la cantaleta de siempre, los dichosos lineamientos terminan con esta frase: “La parafernalia del poder pertenece al pasado de corrupción y privilegios. Morena es humildad”. Y como dice un meme de las redes, “el chiste se cuenta solo”. Juzgue usted.