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El nuevo orden mundial del comercio



ROGELIO SALAZAR BORJAS*


Miércoles 07 de Mayo de 2025 9:11 am


CONVERTIDA aún en la potencia económica en este siglo XXI, la nación estadounidense ha sacudido violentamente al mundo con una serie de medidas arancelarias que parecen ser una vuelta al proteccionismo comercial de hace más de 50 años.

Del multilateralismo comercial hasta la globalización, la tendencia del comercio mundial había transitado por mecanismos aceptados y regulados por la OMC, y cuyo valor ascendió a 33 billones de dólares el año pasado.

Con una participación de 16 por ciento del PIB mundial, EUA cuenta con una importante incidencia económica y comercial; en este rubro China se ha consolidado como el mayor exportador del planeta, lo que sin duda ha generado una preocupación sin precedente en el contexto no solo del comercio, sino en la geopolítica.

Rearmándose con estrategias poco heterodoxas, EUA comenzó una guerra arancelaria que busca proteger su industria y el empleo, a la par que concita a un extraordinario ajuste a escala global, pues el impulso de estas medidas ha tenido como consecuencia el alza de aranceles de países importadores de bienes y servicios estadounidenses, originando una escalada de precios y presiones inflacionarias en las economías en cuestión, principalmente en Canadá, México, China, Japón, UK y la UE, principales naciones importadoras y exportadoras con EUA.

Dentro de este contexto, México es el país que más le compra y el que más le vende al país norteamericano. Es decir, mantiene una estrecha vinculación comercial con el país del norte, por ende, cualquier movimiento arancelario generaría un enorme costo diferenciado en los productos y servicios, tanto los que se producen y comercian como los que se importan.

Pero aquí entramos en un tema de sumo controversial, pues al estar las economías tan intrínsecas, hay un importante comercio de partes, no solo de productos terminados, sino de proceso de integración y fabricación vertical y horizontal, que tienen momentos de ida y vuelta, generando que el ensamblaje sea dinámico y que puedan pasar varias ocasiones la frontera.

Este asunto es delicado para México y Canadá. Además del contenido dinámico del que hablamos, se encuentra el contenido de origen, que es del cual puedan provenir otras piezas o minicomponentes de terceros países, lo que le añade más complicación al cálculo integrado del arancel. Y si estos accesorios provienen de China, se convierte en mayor costo, pues finalmente para ese país las tarifas rondaban en el absurdo de 145 por ciento.

Estas acciones han generado una guerra comercial que no solo tiene repercusiones en la economía, también ha tenido consecuencias en otros rubros, como el social y el político, acrecentando incluso tensiones militares o la presencia norteamericana en zonas de conflicto.

Las tensiones comerciales han puesto de manifiesto alianzas que en el pasado fueron impensadas, como la de China con Japón y Corea del Sur. Con este inicio de conversaciones, los estadounidenses pierden a dos clientes y aliados históricos, así como un protagónico papel en el mar de China.

Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, también acudió al gigante asiático en una visita al presidente de China, Xi Jinping, para intercambiar puntos de vista en materia económica, lo que generó malestar en Washington, pero sobra decir que, desde el anterior mandato de Trump, ha sido un duro crítico de la asignación de fondos públicos americanos para la OTAN.

Así las cosas, en Asia y Europa, pero en América hay un creciente malestar, principalmente en Canadá, otro aliado importante, y a quienes ya los quieren anexar como el estado 51 de la Unión Americana. La amenaza arancelaria provocó un rechazo generalizado por los canadienses a productos y marcas norteamericanas, retirándolos de los anaqueles en los supermercados. Estas acciones también alcanzaron a un debilitado Justin Trudeau, quien renunció a su cargo.

Los embates americanos de Trump a propios y extraños han comenzado un nuevo orden comercial que no solo será de competencia económica, sino de otras esferas más importantes. Tendremos que ser cuidadosos y observar con tranquilidad las emociones del presidente de la todavía potencia económica del mundo.

 

*Consejero Consultivo del Colegio de Economistas de Colima AC