RAZONES

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
El nuevo Papa
Jueves 08 de Mayo de 2025 8:48 am
LA iglesia católica tiene mil 200 millones de fieles en el
mundo y si el nuevo Papa se elige en cinco rondas de votación, hoy habrá un
nuevo Obispo de Roma, el 267 en la larga historia del catolicismo. Minimizando el poder político de la iglesia, Stalin
preguntaba “¿cuántas divisiones (militares) tiene el Papa?”. Se equivocaba, el
Vaticano no necesita cuerpos militares, sino movilizar su influencia para
participar en la política global. Tengo la impresión de que la iglesia tendrá que elegir
entre un Juan Pablo II y un Francisco, y más probablemente optará por un perfil
que tenga algo de ambos. Hay 133 cardenales, de 70 países y cualquiera podría
ser el próximo Papa, pero hay un pequeño grupo que los especialistas coinciden
en que son los favoritos. En la misa previa al inicio del cónclave llamó
profundamente la atención que Giovanni Bautista Re, el decano de los
cardenales, que no participará en el cónclave porque tiene más de 80 años, no
haya mencionado a Francisco (algo inédito y desconcertante), y que terminando
su intervención haya abrazado deseándole suerte a Pietro Parolín, el secretario
de Estado durante todo el periodo de Francisco y quien dirigirá el Cónclave. Parolín es quizás el más representativo de esa mezcla entre
Juan Pablo II y Francisco que se puede encontrar entre los favoritos del
cónclave. Encarna la continuidad y la estabilidad. Fue clave en algo que era de
máximo interés para Francisco, el acercamiento a China, pero tiene un estilo
muy diferente a su antecesor, es menos pastoral y más diplomático. Para muchos el gran favorito es el filipino Luis Antonio
Tagle, que podría generar consenso entre los cardenales de Asia y África. Es un
hombre que fue cercano a Francisco, con alta sensibilidad pastoral, que conoce
bien el Vaticano, es carismático y popular. En su contra está en haber tenido
una muy mala gestión financiera al frente de la principal instancia social de
la iglesia, Cáritas. El favorito de los
progresistas es el italiano Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia con talento
político y muy cercano al énfasis de Francisco en las personas más vulnerables.
La prensa italiana le suele decir el Francisco italiano y aseguran que si éste
hubiera podido elegir un sucesor sería Zuppi, un hombre que está vinculado a la
Comunidad de San Egidio, un grupo de seglares católicos especializado en
atención a migrantes y resolución de conflictos internacionales. Llamó profundamente la atención que, concluido el funeral
de Francisco en Roma, el presidente francés Emmanuel Macron, se reuniera con
todos los cardenales de su país para cenar. Se especuló que podría ser un
intento de unificar el voto de todos ellos en torno a un aspirante: Jean Marc
Aveline, el arzobispo de Marsella, que posee una alta sensibilidad sobre todo
en temas migratorios. Pierbattista Pizzaballa, tiene “apenas” 60 años, y su edad
lo descalificaría porque el suyo podría ser un papado muy largo (dicen los
especialistas que la edad ideal que buscan para el nuevo Pontífice tendría que
girar en torno a los 70 años) y es considerado demasiado joven. Pero tiene una experiencia
diplomática notable en Israel gestionando, en nombre de Francisco, el conflicto
político, militar y humanitario más delicado del planeta. Es el Patriarca
latino de Jerusalén, es decir, la máxima autoridad católica en Tierra Santa. Si habrá un Papa negro y africano ese será casi con
seguridad Peter Kodwo Appiah Turkson, de Ghana, considerado como uno de los
líderes más influyentes de la Iglesia católica en África, donde el catolicismo
crece con mayor velocidad que en cualquier otra parte del mundo. Desde el 2003
se convirtió en el primer cardenal de Ghana por decisión de Juan Pablo II, y en
el 2009 Benedicto XVI le nombró presidente del Pontificio Consejo Justicia y
Paz. Francisco fusionó en el 2016 esa instancia con otras tres para crear el
nuevo Dicasterio Vaticano de Servicio del Desarrollo Humano Integral, bajo el
mando Turkson que renunció en el 2021, por diferencias, se asegura, con
Francisco. El mayor problema de los cardenales africanos es el tema de género y
el del SIDA. Turkson no es de los más radicales, pero sin duda es de un ala
conservadora en ese capítulo.
Se dice que los que entran como candidatos al cónclave
salen como cardenales, o sea que no terminan siendo elegidos. Puede ser, pero
todo indica que, en esta ocasión, con muchos cardenales nuevos y de distintas
partes del mundo, la elección tendrá que ser en torno a alguno de los más
conocidos, en la larga lucha entre conservadores y renovadores de la Iglesia.