10 de mayo sin flores

LUNES POLÍTICO
Lunes 12 de Mayo de 2025 8:32 am
MIENTRAS en buena parte del país el 10 de mayo se llenó de
flores, globos y mensajes conmemorativos, en al menos 15 estados miles de
madres salieron a las calles no a celebrar, sino a gritar con rabia y dolor que
sus hijas e hijos siguen desaparecidos. Frente a un gobierno que insiste en minimizar cifras y
maquillar realidades, estas mujeres alzaron la voz para recordarnos que en
México hay más de 128 mil personas desaparecidas, y que la mayoría no fue
tragada por la tierra, sino por un sistema de impunidad, colusión y silencio. La marcha nacional de Madres Buscadoras fue todo menos un
acto simbólico. Fue una acusación directa al Estado mexicano, que no solo ha
fallado en su deber de búsqueda, sino que en muchos casos es parte del
problema. Prueba de ello es que, mientras los colectivos exigían justicia, dos
madres buscadoras -Teresa González Murillo y María del Carmen Morales- fueron
asesinadas en abril en Jalisco, precisamente por hacer el trabajo que las
autoridades no hacen. Las demandas fueron claras: protección para quienes buscan,
reconocimiento de las desapariciones forzadas, reformas a una ley que sigue sin
implementarse plenamente desde 2017 y justicia para los miles de cuerpos sin
identificar en el país. Pero la respuesta del gobierno ha sido, una vez más, tibia,
burocrática y cínica. Reuniones con Gobernación que no desembocan en nada,
promesas recicladas, reformas cosméticas y cifras oficiales que distorsionan la
magnitud de la tragedia. ¿Cómo hablar de diálogo si lo que hay es simulación? En Colima, Veracruz, Sinaloa, Zacatecas y muchos otros
estados, las familias cargaron fotos, carteles, globos y lonas. En la Ciudad de
México, marcharon con gritos que desgarran: “¡Hijo, escucha, tu madre está en
la lucha!”. Una consigna que dice más sobre este país que cualquier discurso
presidencial. El Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas ya
activó por primera vez el Artículo 34, una alerta internacional que exhibe a
México como lo que es: un país que no puede (o no quiere) enfrentar su crisis
humanitaria. Y mientras tanto, las madres caminan, buscan, excavan, denuncian.
Porque si no lo hacen ellas, no lo hará nadie. La pregunta no es por qué marchan. La pregunta es por qué
el Estado sigue ignorándolas. ¿Cuánto más van a simular que buscan, mientras
las madres se siguen muriendo sin encontrar a sus hijos? ¿Cuánto más van a
sostener la mentira de que aquí no pasa nada, cuando hay fosas hasta en
jardines, cementerios sin nombre y morgues saturadas? El 10 de mayo en México no es una celebración. Es una
denuncia. Es la fecha que debería avergonzar al gobierno. Porque las madres
están en la calle por una sola razón: porque el Estado no busca. México, ¿inseguro? EL
análisis de los datos recabados por México Elige reveló que, en México,
persiste la inseguridad como preocupación general, señalada por 23 por ciento
de los encuestados, seguida de la corrupción con 21.5 por ciento, y la
violencia con 17.4 por ciento. Estos
tres rubros encabezan la lista de problemáticas percibidas a nivel nacional, lo
que sugiere una inquietud en los mexicanos con respecto al orden público, la
transparencia gubernamental y la prevalencia de actos violentos. El
narcotráfico, con 9 por ciento, también se posiciona como un problema a nivel
nacional. Al
trasladar la pregunta al ámbito familiar, si bien la inseguridad se mantiene al
inicio de la lista (16 por ciento), el alto costo de vida es también un
problema constante (15.5 por ciento). Los bajos salarios (13.1 por ciento) y la
salud (9.9 por ciento) son también un problema entre las familias mexicanas. Cuando
se preguntó a los mexicanos sobre sus preocupaciones, la crisis de seguridad
encabeza la lista con 60.7 por ciento, mostrando un incremento de 3.3 por
ciento en comparación con el mes anterior, distinto al caso de la percepción de
la crisis económica, que, aunque se sitúa en segundo lugar con 31.0 por ciento,
disminuyó 3.8 por ciento. Respecto
al tema de la seguridad, que sin duda se llevó los primeros lugares, no se
percibe una mejora, sino lo contrario: 50.7 por ciento de los encuestados
percibe que ha empeorado. Solo 17.8 por ciento considera que ha mejorado, lo
que refleja una percepción mayoritaria de deterioro. La
problemática se expresa como algo apremiante a atender. Cuando la mitad de los
encuestados considera que México no va en el mejor camino, y señala factores
específicos en los que considera que radica el problema, valdría la pena
atender a la información y reflexionar sobre las estrategias actuales en
seguridad que se realizan a nivel nacional, estatal y municipal, porque cuando
las medidas implementadas no brindan a la ciudadanía una sensación de
seguridad, no están cumpliendo totalmente su cometido. Mientras
la visión sobre los retos y la dirección del país se encuentre
significativamente dividida, será necesario plantear alternativas para abordar
la situación actual y garantizar una mejor calidad de vida en México. Un proceso con interferencias EL
panorama político, cerca del proceso electoral del Poder Judicial, se tornó de
nueva cuenta confuso. Ahora, a raíz de la acusación de la regidora de Mazatlán,
Maribel Chollet Morán, quien señaló a la actual administración municipal por
usar recursos y posición para promover a ciertos candidatos en la elección de
jueces y magistrados, prevista para el próximo 1 de junio. Esto, contrastado
con las afirmaciones que desde Palacio Nacional se difunden, generó confusión
sobre la equidad en los comicios. Las
declaraciones de la edil informan que presuntamente se utilizaría la
infraestructura y el personal municipal para operar esta presunta campaña de
proselitismo, e incluso menciona entregas de efectivo, lo que sería una grave
violación de la legislación electoral. De
ser cierta, esta acusación conlleva el uso indebido de recursos públicos y la
estructura gubernamental para favorecer a determinados candidatos al Poder
Judicial. Sin embargo, para determinar la veracidad, este y varios casos más
que han sido puestos en la mesa sobre estas elecciones extraordinarias deberían
revisarse con lupa, pues está en juego tanto los principios de los procesos
como la confianza de los mexicanos. Este
riesgo estaba claro desde el inicio, y fue una de las razones por las que
algunas personas se oponían a su aprobación: la designación de jueces y
magistrados no debe estar influenciada por intereses políticos ni sujeta a
recursos públicos. Ante
casos como este, las autoridades tienen la responsabilidad de llevar a cabo una
investigación exhaustiva y transparente para esclarecer la situación de cada
situación en particular, y en caso de comprobarse alguna acusación, proceder
conforme a la ley. Los
mexicanos aún no están seguros de salir a ejercer su derecho al voto en estos
comicios, y es justamente por casos como este, en el que se señalan presuntas
irregularidades, pero no se da información de seguimiento. El país tiene
derecho de presenciar un proceso libre de cualquier sospecha de manipulación o
influencia indebida. Ante
tan poco tiempo, las autoridades tendrían a bien mostrar compromiso con la
transparencia y reforzar las medidas que actualmente se tengan para cuidar que
este proceso sea confiable y benéfico para la ciudadanía.