El presupuesto que nos endeuda

EDUARDO SÁNCHEZ GARCÍA*
Miércoles 14 de Mayo de 2025 10:01 am
¿DÓNDE queda el dinero de México? En 2025, el Presupuesto
de Egresos de la Federación alcanzará 10.1 billones de pesos, 7.6 por ciento
más que en 2024. Sin embargo, en Colima y en todo el país, los hospitales están
saturados, las escuelas carecen de recursos y los emprendedores claman por
apoyo. ¿Cómo llegamos a este punto? A nivel federal, los programas sociales consumen una
porción enorme: cerca de 25 por ciento del presupuesto, unos 2.5 billones de
pesos, se destinan a apoyos asistenciales. Aunque necesarios, su costo empuja
al gobierno a endeudarse más. La deuda pública federal cerró 2024 en 15.2
billones de pesos, casi 50 por ciento del PIB, y para 2025 se espera que crezca
con nuevas emisiones de bonos. Pemex agrava el problema: su deuda supera los
106 mil millones de dólares, con 6.8 billones de pesos en pasivos a largo
plazo, drenando recursos que podrían destinarse a salud o educación. En Colima, la situación es igual de crítica. El estado debe
más de 6 mil millones de pesos, una carga pesada para sus 700 mil habitantes.
La venta de bonos estatales solo posterga el problema, mientras los intereses
consumen recursos vitales. Pero más allá de los números, hay un problema mayor:
la transparencia. Los gobiernos (federal y estatal) se han vuelto cada vez más
opacos, cerrados y poco tolerantes a la crítica. Un buen discurso no tapa lo
que los números revelan. Cuando se carece de rendición de cuentas, las cosas
rara vez van bien. Debería existir una corresponsabilidad social que movilice a
los millones de beneficiarios hacia el progreso, no solo hacia la dependencia. Hace apenas una semana, el Gobierno de México anunció que
dispersará 620.9 millones de pesos en Colima para programas de bienestar en el
bimestre mayo-junio, beneficiando a 109 mil 125 personas. Es una buena noticia,
sin duda: apoyo directo a las familias colimenses. Pero el reto es sostener
estos programas en el tiempo y lograr que cada familia transite hacia un
verdadero bienestar, con la movilidad social que tanto merecen. En salud, IMSS en Colima está rebasado: el Hospital General
de Zona No. 1 reporta esperas de hasta 8 horas y una ocupación de 90 por ciento
en camas. A nivel nacional, el IMSS enfrenta un déficit de 20 mil millones de
pesos anuales. En educación, 40 por ciento de los estudiantes de secundaria en
Colima no alcanzan niveles básicos en matemáticas. Y en apoyo a emprendedores,
la inversión se desplomó: el presupuesto para MiPyMEs cayó de 4 mil millones en
2020 a 800 millones en 2025. En Colima, los créditos para estas empresas, que
generan 70 por ciento de los empleos, pasaron de 30 a 10 por ciento de
solicitantes. No basta con esperar a que el presupuesto deje de ser una
soga al cuello. México y Colima necesitan que tomemos conciencia y actuemos.
Elegir a los mejores significa apostar por aquellos que representan lo mejor de
nuestra sociedad. Ahí está el dilema. Solo así transformaremos el gasto en un
motor de desarrollo, para que los colimenses tengamos el futuro que merecemos
*Presidente de Coparmex Colima