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Manzanillo II, impacto en la economía nacional



ROGELIO SALAZAR BORJAS*


Miércoles 14 de Mayo de 2025 9:59 am


EL transporte marítimo representa 90 por ciento de la movilidad del comercio internacional de productos, según datos de la UNCTAD, de ahí la importancia sin precedente de los puertos en el movimiento de bienes.

China tiene 6 puertos dentro del top 10 mundial, mientras que Singapur, Malasia, Corea del Sur y Europa tienen uno por país. El principal puerto chino, Shanghái, movió el año pasado más de 50 millones de TEUS, convirtiéndolo en el primer puerto de la historia en cometer este récord.

En el continente americano, y principalmente en Latinoamérica, destacan 5: Balboa y Colón (Panamá), Santos (Brasil), Manzanillo (México), Cartagena (Colombia) y el Callao (Perú).

La particularidad del puerto de Manzanillo, en este contexto, es la directa vinculación que tiene con Asia Pacífico y la región México-norteamericana. Pues su dinamismo (el año pasado movió 3.9 millones de TEUS) y su multipropósito en carga general (vehículos, granel, minerales) le han valido proyectarse como el puerto más importante del país.

Moviliza su carga a través de una autopista que conecta con el centro de México, una extensión férrea en tirado de doble estiba de contenedores que enlaza con el norte, 3 aeropuertos y una extensa línea de cabotaje sobre los puertos de Ensenada, Topolobampo, Mochis y Lázaro Cárdenas.

Pero la realidad ha sido otra. Manzanillo crece más por dentro que hacia fuera, es decir, mantiene un proceso implosivo desde hace 2 décadas que ha generado una escasez de espacios y una explosión vial hacia el resto de la ciudad y áreas adyacentes.

La ciudad de Manzanillo se ha convertido en el patio del puerto, generando una expulsión de la actividad urbana y social. La ampliación del puerto hacia la zona de Las Brisas hace 10 años le generó un respiro momentáneo. Pero se ha ido comiendo las reservas territoriales.

El proyecto de la ampliación del puerto de Manzanillo en el vaso II de la Laguna de Cuyutlán, cifrado casi en 2 mil hectáreas, permitirá un incremento de movimiento de 1.75 millones de TEUS. Esta ampliación le generará una expectativa de crecimiento de más de 40 por ciento de su actual capacidad de cara a la tercera década del siglo.

El monto estimado de las 2 nuevas terminales, y el macroproyecto adicional de obras de infraestructura, es cercano a los 23 mil millones de pesos, lo que sin duda genera un detonante a la economía de la región.

Pero no es solo el impacto local. El descongestionamiento del puerto le va permitir una mejor atención al movimiento de mercancías que le brindará una mejor gestión de despacho, optimizando los tiempos, eficientando la seguridad y la movilidad, así como abatiendo los costos de las empresas importadoras y exportadoras de México que actualmente ostentan por el retraso de sus movimientos aduaneros, fiscales y de seguridad.

Así las cosas. Se espera que el sector de servicios comerciales marítimos en México se detone a partir de una esperada inversión. Este enfoque nos permite generar un impacto en la economía nacional y en el crecimiento de los servicios conexos al comercio exterior.

Son gastos de inversión con eficientes multiplicadores de la economía, una eficaz diversificación de servicios y de la industria, y una plataforma que le hará justicia a una región del occidente de la República Mexicana.

 

*Miembro consultivo del Colegio de Economistas de Colima AC