Entre algarabía y expectativas financieras

JOSÉ LUIS NEGRETE ÁVALOS
Jueves 15 de Mayo de 2025 8:37 am
EN medio del interés provocado por el desenlace del
cónclave la semana anterior, donde gran parte de los medios de comunicación
daban cuenta de lo sucedido, del paso a paso sobre los probables candidatos, y
más tarde la salida del humo blanco sobre la Capilla Sixtina, persisten las
acciones continuas del Gobierno de EUA en el tema arancelario para distintos
países. Estos temas particulares reflejan el juego en la política
internacional por las expectativas que orientan distintos escenarios,
detallando el recrudecimiento de los conflictos armados alrededor del planeta;
Rusia y Ucrania, Israel y Palestina, India y Pakistán, en última instancia o de
cierta actualidad, reafirman una dificultad en cierta medida intensa para los
alcances de la negociación y el intento de diálogo, inclusive desde el punto de
interés particular que produce el nuevo sucesor de San Pedro para el mundo
católico, y la influencia que pueda desempeñar para incidir positivamente en la
conclusión de los de dichas rencillas que van más allá, de la diplomacia. Mientras tanto, México parece ser una cuestión aparte, un
entorno aparentemente estable, pero que, al mismo tiempo, ese entorno y esa
estabilidad tratan de encontrarse a través de los hechos más que de los dichos. Es a partir de aquí que pueden considerarse distintos rubros
particularmente observables a través del aspecto económico y financiero. Por
ello, la cuestión que puede presentarse enseguida es: ¿el entorno económico en
el que se conduce nuestro país actualmente permitirá considerar una estabilidad
plena? La respuesta a este cuestionamiento tiene que dirigirse
sobre un punto en el que se observa el proceso de acción y reacción que realiza
la administración pública ya sea federal, estatal o municipal, los tres órdenes
de Gobierno donde se orienta gradualmente cada una de las estrategias y el
camino a seguir para posibilitar al entorno financiero y económico descansar
sobre una base sólida o por el contrario, debilitarse paulatinamente es la
consideración de un ejercicio de deuda. De nueva cuenta, las políticas públicas y su proceso de
construcción, de acción, y evaluación, parecen tener un papel preponderante en
el ejercicio de quienes ejercen el poder. Por supuesto, el tema de la deuda
externa es siempre un tema de interés, no solo para México, sino para distintos
países, pues este es un elemento que aparece al mismo tiempo de las decisiones
y de las estrategias que conducen las políticas económicas, los planes
financieros a corto, mediano, y largo plazo, puesto que la estabilidad de
cualquier planteamiento económico y financiero que destaque la intención de
crecimiento, deberá situarse sobre el panorama y entorno real. Un entorno real será en el que los pros y contras de las
acciones financieras estén previstas para corregir los rumbos, y para tener un
plan de contingencia en caso de efectos negativos en los planteamientos
esperados, puesto que la economía siempre es cambiante, mucho más sobre el
efecto del mercado internacional, sobre las decisiones internas y externas.
Es importante dejar claro que cualquier idea de paraíso
económico puede carecer de sostenibilidad continua, es decir, nada asegura que
los planteamientos actuales puedan ser efectivos al paso del tiempo, todo
dependerá de la disposición de recursos, y el manejo de esos recursos, a partir
de quienes ejecutan esa intención.