Una mirada a la Banca Comercial

ROGELIO SALAZAR BORJAS*
Miércoles 28 de Mayo de 2025 10:09 am
EN México, operan 50 bancos autorizados por la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, autoridad encargada de las regulaciones
bancarias y de los organismos auxiliares de crédito. De este medio centenar, cuatro de ellos son de volumen
alto, es decir, se consideran bancos sistémicos, lo que significa que una
debilidad o quiebra de cualquiera de los 4 se traduciría en un riesgo mayúsculo
para el Sistema Financiero Mexicano. Ellos son: BBVA (aún conocido como Bancomer), Santander,
Banorte y Banamex, en ese orden de importancia. Representan un volumen de
activos de más de 7.5 billones de pesos, lo que sin duda revela una importancia
mayúscula, al igual que constituyen 50 por ciento de las operaciones bancarias
en nuestro país. Esa es la estructura principal de la llamada banca múltiple
o comercial, que atiende al público en general, ya sean personas públicas o
jurídicas. Existe otra división que es la banca de desarrollo, entidades del
sector público o mixtas cuya actividad principal es el financiamiento y
servicios a las entidades públicas o al sector social. Dentro de éstas, destacan Nacional Financiera, cuyo público
objetivo es la empresa micro y pequeña; Banobras, que atiende obras de
infraestructura; Bancomext, que define al comercio exterior como su interés
principal; Sociedad Hipotecaria Nacional, que fomenta crédito a la Vivienda;
Banjército, que ofrece servicios financieros a las fuerzas armadas, y Banco del
Bienestar, que dota de opciones financieras e inclusión a la población. Existen otros entes, como los Organismos Auxiliares de
Crédito, cuyas funciones son complementarias a la banca comercial, destacándose
entre ellas sociedades de ahorro y préstamo, uniones de crédito, casas de
cambio, casas de bolsa, arrendadoras financieras, almacenes generales de
depósito y empresas de factoraje. Existe también la figura de las Sofomes, Sociedades
Financieras de Objeto Múltiple, que realizan una variedad de actividades
financieras importantes, y que se encuentran reguladas por la CNBV. En ese
mismo sentido, existen figuras como las cajas de ahorro y préstamo, conocidas
como Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socap), comúnmente llamadas
cajas populares, que operan fuera del sistema bancario tradicional enfocadas en
la inclusión financiera de personas y comunidades, mismas que son supervisadas
por la CNBV y la Condusef. Estas figuras de las sofomes y las cajas populares
son auxiliares efectivas para el sistema financiero y representan auxiliares
efectivos en el financiamiento social. Aunque en nuestra entidad han existido problemas recientes
de ahorradores defraudados con sus activos por parte de financieras que se
encontraban fuera de los límites regulados por autoridades de la Secretaría de
Hacienda y de la CNBV, la consolidación de esas entidades de ahorradores se
basa en la atracción prometida de altas tasas de interés y bajas comisiones en
inversiones pactadas a 6 meses o un año. Por lo que, al término de un tiempo, esa burbuja
especulativa de tasas fuera de mercado colapsa la estructura de viabilidad
financiera, a la par que la colocación de los ahorros se hace en esquemas de
alto riesgo. Aunado a que la autoridad sobrescribe arbitrajes negativos en los
países o cuentas donde se colocan las inversiones. O sea que, mientras usted invierta sus ahorros en
instituciones que no se encuentren bajo la cobertura del IPAB, o con entidades
fuera de la supervisión de organismos públicos, su capital no estará seguro,
así tenga los contratos en mano.
*Miembro consultivo del Colegio de Economistas de Colima AC