Interseccionalidad y discapacidad

JOSÉ LUIS NEGRETE ÁVALOS
Jueves 29 de Mayo de 2025 8:57 am
La consideración sobre la discapacidad es un tema
relevante, inherente a la sociedad; es necesario un lugar desde el cual puede
observarse, definirse y sentirse la realidad de cada persona en esta condición,
el entorno particular orientado por su pasado, presente, pero al mismo tiempo
sujeto a la intención de un futuro que determine los aspectos y herramientas
básicos para alcanzar los objetivos, las necesidades y todos aquellos elementos
para lograr un proyecto de vida. Este proyecto de vida debería tener como base los derechos
humanos, y alrededor de ellos, debería haber un entramado legislativo y
jurídico que responda eficientemente ha dicho objetivo, reforzado por una
cultura de inclusión en distintos aspectos y ámbitos sociales. Pero ¿qué sucede con este “deber ser” de las instituciones
y de la propia sociedad al chocar con la interseccionalidad? En el entendido de que la interseccionalidad se refiere a
los distintos factores que pueden afectar el cumplimiento de los objetivos
planteados por una persona, con base en la edad, el género, la raza, y por
supuesto, la condición de discapacidad, que son objeto de diferencias,
discrepancias que les afectan fuertemente tanto de forma directa como indirecta
por medio de la discriminación, y la desvalorización de los hechos, a cambio de
las actitudes negativas, lacerantes y destructivas que afectan al propio individuo. Toda intención, que debería ser favorable y equitativa
hacia la inclusión real de las personas con discapacidad, se desvanece ante la
interseccionalidad y ante los factores que se presentan como obstáculos
latentes para impedir el desarrollo y el cumplimiento de los objetivos
individuales y colectivos de este sector, mismo que durante años ha incidido en
la lucha por esos mismos derechos que le pertenecen, y al mismo tiempo se han
ganado a pulso la única intención y el deber de dejar atrás los estigmas y la
discriminación.
La intención es justamente no solo formar parte de una
sociedad, sino incidir de manera concreta en ella, pues aparentemente, aunque
hay avances, no es suficiente. Es cierto que el factor económico esté
dispuesto, pero aún deben generarse acciones diversificadoras que propicien el
alejamiento de la interseccionalidad, y al mismo tiempo evitar a toda costa la
sombra del asistencialismo.