RAZONES

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
La guerra del CJNG
Jueves 29 de Mayo de 2025 9:43 am
HA sido el más violento y costoso en vidas humanas de los
enfrentamientos entre el CJNG y fuerzas militares desde el inicio del sexenio.
Ayer murieron ocho militares por el estallamiento de una mina antipersonal en
Santa María del Oro. Es la demostración de la dureza de los enfrentamientos que
se están dando en distintos lugares del país, pero sobre todo en esa región,
donde los mismos han adquirido ya la característica de choques con utilización
de, como dice el comunicado de Sedena, tácticas militares avanzadas. El ataque se realizó a distancia y pese a que se
desplegaron seis aviones Texan y cuatro helicópteros para asegurar el área, no
hubo detenciones. No es la primera emboscada de este tipo. El 17 de marzo de
2025, integrantes del CJNG en el municipio de La Barca, ejecutaron ataques
simultáneos en al menos diez municipios de Jalisco y Michoacán, y asesinaron a
seis elementos del Ejército y la Guardia Nacional, antes habían ejecutado a dos
oficiales de Carreteras de la Guardia Nacional. En ese ataque los sicarios utilizaron tres camionetas, una
de ellas equipada con un parapeto para disparar con fusiles de alto calibre,
bloquearon carreteras y realizaron ataques simultáneos en los municipios
michoacanos de Tanhuato, Tangamandapio, Zamora, Ecuandureo, Ixtlán, Chavinda,
Churintzio, La Piedad y Chilchota. En Chilchota, tres soldados fallecieron y dos más fueron
heridos cuando fue emboscado un camión de transporte de tropas, utilizando
ponchallantas que lograron inmovilizar el vehículo. En la carretera
Tanhuato-Yurécuaro, asesinaron a un soldado e hirieron a tres más. El 19 de
abril de 2025, en un enfrentamiento en Churincio, Michoacán, cinco criminales
fueron abatidos y dos detenidos tras un operativo de fuerzas federales luego de
que fueron atacados por sicarios del CJNG. Según fuentes militares, aquellos ataques fueron ordenados
por Heraclio Guerrero Martínez apodado El Tío Lako, uno de los principales
jefes del CJNG. La incorporación de ex-militares colombianos y
centroamericanos en las fuerzas del CJNG, como vimos recientemente en Guerrero,
Michoacán y la semana pasada en Tabasco, especializados, particularmente en
Michoacán, en la utilización de explosivos plásticos, y con formación
guerrillera, ha introducido nuevas amenazas para las fuerzas federales. Usan
explosivos más sofisticados, incluyendo minas antipersonales, armamento más
pesado y realizan emboscadas que han demostrado ser letales contra vehículos
militares. Los enfrentamientos armados en toda esta región han
confirmado que existe una escalada de violencia tanto en frecuencia como en
letalidad. Y muy probablemente lo ocurrido ayer debe marcar un punto de
inflexión en la lucha contra el CJNG de parte de las fuerzas federales, porque
no estamos ya sólo ante un desafío a la seguridad pública sino ante una amenaza
a la seguridad nacional. Son ataques sistemáticos dirigidos contra el ejército
mexicano utilizando emboscadas, vehículos blindados artesanales y explosivos.
Toda esta región, como hemos dicho muchas veces, es una suerte de laboratorio
para nuevas formas de violencia criminal y así debe ser entendido. Lo que
ocurra en Michoacán se extenderá a otras partes del país.
Por cierto, los militares, marinos, policías caídos, deben
recibir un homenaje y reconocimiento de los más altos niveles del gobierno, si
se quiere dar el verdadero valor que tiene este tipo de sacrificios. Los
símbolos, los rituales son, en este y en muchos otros ámbitos, muy importantes,
porque vienen tiempos difíciles.