La incertidumbre frena el consumo de energía

DAVID VILLARREAL ADALID
Martes 23 de Septiembre de 2025 9:04 am
La incertidumbre frena el
consumo de energía DAVID VILLARREAL ADALID* RECIENTEMENTE platiqué con Sebastián Ramírez León,
egresado de Economía, sobre un tema que vale la pena llevar al terreno del
debate público: cómo la incertidumbre económica y política impacta en el
consumo de energía en América del Norte. Conforme avanzaba la charla, me
percaté de que este asunto involucra de manera directa a las y los colimenses.
La desconfianza se convierte en una constante que pone en tela de juicio
decisiones de inversión y consumo, tanto de empresas como de ciudadanos en
Colima. “Cuando no sabes qué va a pasar mañana, prefieres
esperar; y al hacerlo, gastas menos energía”, me explicaba Sebastian con
claridad meridiana. Esto aplica para una fábrica en Detroit, un banco en
Toronto o un restaurante en Colima. Los datos que me comparte son reveladores: cuando
la incertidumbre en la región del T-MEC aumenta un punto porcentual, el consumo
de energía por persona cae, en promedio, 0.08 por ciento. Podrá parecer poco,
pero cuando se trata de millones de personas y miles de empresas, el impacto
agregado es enorme. En lo local, eso implica que los comercios cierran antes
para ahorrar luz, los hoteles evitan renovar equipos y las familias postergan
la compra de paneles solares. Por supuesto, no todo son malas noticias. Sebastián
me recuerda que el desarrollo humano es un motor del consumo de energía. Un
aumento del 1 por ciento en el índice de desarrollo humano (salud, educación e
ingresos) se asocia con un aumento del 1.21 por ciento en el consumo
energético. ¿Qué implica esto para Colima? Cuando se eleva el poder adquisitivo
de una familia y mejora su calidad de vida, se compra un auto, se adquiere un
refrigerador más grande o se accede a servicios digitales que implican consumo
energético. Es decir, más bienestar se traduce en mayor demanda de energía. La innovación tecnológica también es fundamental.
En México, y en nuestra entidad, son cada vez más las empresas y hogares que
eligen realizar inversiones en paneles solares, electrodomésticos modernos y
sistemas de ahorro inteligente. Innovar, por lo tanto, no implica un gasto
mayor en energía, sino un uso más eficiente. Esta dinámica se observa en
proyectos que impulsan energías renovables o en las casas que instalan sistemas
híbridos para bajar su tarifa de la CFE. El desafío fundamental, como sostiene mi
interlocutor, es la confianza. Sin estabilidad económica, sin reglas claras
entre México, Estados Unidos y Canadá, las inversiones se frenan. Cuando esto
sucede, Colima también resiente el golpe. La región está vinculada a las
exportaciones agrícolas, al turismo y a pequeños negocios que requieren certeza
para crecer. Sin ella, la transición energética será más lenta y algunas
oportunidades se nos irán de las manos. Sebastián lo resume concretamente: “Como
economista, me queda claro que el futuro energético de la región dependerá no
solo de nuestros recursos naturales, sino de nuestra capacidad para generar
confianza. Sin ella, incluso la energía más verde podría quedarse sin quien la
consuma.” Esta reflexión debe importarnos en Colima, porque,
aunque no tengamos grandes plantas industriales como Monterrey o Houston, el
futuro energético del estado depende de reglas claras y políticas predecibles. *Presidente de la Asociación de
Egresadas y Egresados de Economía UCOL
dvaeconomia@gmail.com