Pulso Financiero de Colima

ALEJANDRO MONTERO*
Llamado a la colaboración para el futuro
Miércoles 24 de Septiembre de 2025 8:14 am
Pulso
Financiero de Colima: Llamado
a la colaboración para el
futuro II/III ALEJANDRO MONTERO* DEBES Definir tus metas y asignar un propósito
a tu dinero. Un presupuesto sin metas es como un barco sin destino. ¿Ahorras para
un enganche, un fondo de emergencia, un viaje o tu retiro? Asignar un objetivo
claro a cada peso te da motivación y dirección. Usa metas SMART: específicas,
medibles, alcanzables, relevantes y con plazo. No es lo mismo decir “quiero
ahorrar” que “voy a ahorrar 50mil para una casa en 18 meses”. Aplica la Regla 50/30/20: Una guía flexible
para principiantes: El 50 por ciento a tus necesidades: se destina a gastos fijos y esenciales para vivir, el 30 por ciento a tus deseos: para
gastos no esenciales, pero que mejoran tu calidad de vida, como hobbies o
compras por gusto y finalmente, el 20
por ciento a ahorro y deudas: se destina a construir tu fondo de ahorro,
a invertir y a pagar cualquier deuda pendiente. Estos porcentajes no son una
camisa de fuerza, sino una guía. Ajusta estos números según tu situación, priorizando
el ahorro y el pago de deudas. Automatiza tu Ahorro: haz que tu dinero
trabaje para ti: La mejor
manera de ahorrar es no depender de la fuerza de voluntad. Programa
transferencias automáticas a tu cuenta de ahorros o inversión el día que
recibes tu salario. Si no lo ves, no lo gastas. Automatizar te acerca a la
libertad financiera sin dolor. Revisa y ajusta: un documento vivo y dinámico: La vida
cambia, y tu presupuesto también debe hacerlo. Revísalo mensualmente. Si hubo
ingresos o gastos inesperados, ajusta tus categorías y metas. Un buen
presupuesto es flexible, se adapta a ti y te empodera para tomar decisiones
financieras acertadas. La Responsabilidad del Crédito: Tu Pasaporte a
Oportunidades: Dominar tu presupuesto te
prepara para usar responsablemente una herramienta poderosa: el crédito. Es un
compromiso, no una extensión de tu ingreso. Usarlo bien puede impulsarte;
usarlo mal puede atraparte. Para
entender la responsabilidad que implica, es fundamental diferenciar entre un crédito para la prosperidad y un crédito para el consumo. El crédito para la
prosperidad: Se invierte en algo que genera valor o ingresos. Algunos ejemplos
son: crédito hipotecario para una casa, préstamo empresarial para maquinaria o
financiamiento educativo para mejorar tus ingresos. Este tipo de deuda, bien
planificada, construye tu patrimonio y mejora tu calidad de vida. El crédito para el consumo:
Se usa para cosas que pierden valor rápidamente o no necesitas. Ejemplo típico:
compras impulsivas con tarjeta de crédito. Esta deuda suele ser costosa,
innecesaria y difícil de eliminar. Antes de endeudarte, hazte
estas preguntas: ¿Este crédito me acerca a una meta? ¿Puedo pagarlo sin
comprometer mis necesidades básicas? ¿Está contemplado dentro de mi
presupuesto? El crédito debe ser una herramienta que te empuje hacia tus metas,
no una carga que limite tu futuro. Reconstruir el pulso
financiero de Colima empieza por fortalecer nuestras finanzas personales. Cada
decisión cuenta. Apostemos por la educación, la planeación y la
responsabilidad. Solo así construiremos juntos un futuro más sólido, justo y
próspero.
*Líder de oficina SOC Futuro en Ti