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PROGRESO Y PROTECCIÓN



EDITORIAL


Miércoles 01 de Octubre de 2025 8:55 am


PROGRESO Y PROTECCIÓN


LA sal producida en Cuyutlán es un emblema de la identidad local y un motor económico de larga tradición. Esta actividad representa un sostén para familias colimenses, mientras se preserva un método de producción artesanal único, que data de épocas ancestrales.

El mantenerla protegida de las obras de ampliación portuaria es clave. El crecimiento de la infraestructura, especialmente la construcción de puentes y carreteras, genera una doble expectativa para todos aquellos que se ven beneficiados de la producción de sal.

Las mejoras logísticas facilitarán el transporte, permitiendo que la sal colimense llegue a más destinos y se abrirán nuevas oportunidades de desarrollo y crecimiento para el estado, por lo que asegurar la producción salinera requerirá una vigilancia y diálogo constante con sus productores.

El verdadero valor de la sal de Colima se mide en sus propiedades para la salud y la gastronomía, trascendiendo con creces su precio en el mercado. La sal, según la Secretaría de Turismo estatal, contiene 30 por ciento menos sodio que la sal común, pero es rica en minerales esenciales como calcio, hierro, magnesio y oligoelementos.

En este contexto, la protección de las salineras se convierte en algo imperativo. Al asegurar que el desarrollo portuario no comprometa la pureza de sus fuentes de agua o la estabilidad de las salineras, la entidad está haciendo una apuesta de largo plazo por un producto local.

El puerto nuevo bien podrá ser un trampolín que impulse este producto artesanal hacia mercados más amplios, reconociendo su valor histórico y su proceso de extracción manual.