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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Las decisiones de cara al segundo año


Miércoles 01 de Octubre de 2025 8:56 am


RAZONES


Las decisiones de

cara al segundo año

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ*

SE concluye el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, con tareas bien cumplidas, pero también con numerosos pendientes. Enfrenta una dicotomía crucial respecto al futuro inmediato, el cual estará marcado por las decisiones que tome en las próximas semanas. La lógica política indica que para 2026 debe llegar con toda la fuerza que requiere una jefa de Estado para abordar de lleno dos retos estratégicos: la renegociación del T-MEC y los comicios intermedios de 2027.

Los dos mayores logros de su administración hasta ahora se encuentran en el ámbito de la seguridad y cómo ha gestionado la relación con Donald Trump.

En seguridad, se ha abandonado la estrategia de “abrazos, no balazos”, y aunque los avances se muestran insuficientes, se han sentado bases sólidas. Existe un gabinete de seguridad que funciona; un esquema institucional apenas en formación, pero alineado a lo que el país necesita. La Guardia Nacional puede convertirse en la fuerza policial federal que México requiere. 

Las relaciones del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, con agencias estadounidenses, y del general Ricardo Trevilla con sus pares del Pentágono y el Comando Norte, han sido claves para recuperar esferas de confianza mutua. Acciones como la extradición de 55 narcotraficantes de alto perfil han reforzado esa nueva relación bilateral. Aun así, el futuro con Trump sigue siendo imprevisible. No obstante, hay algo claro: las presiones de Washington continuarán y probablemente se intensifiquen, pues tras el sexenio de López Obrador persisten desconfianzas y temas sin resolver.

En el plano comercial, pese a las amenazas de aranceles y a la retórica proteccionista, México ha salido bien librado en un escenario global complejo. Marcelo Ebrard, al frente de Economía, y Juan Ramón de la Fuente, en la Cancillería, han demostrado capacidad de interlocución con sus contrapartes estadounidenses. El objetivo de llegar con firmeza a la renegociación del T-MEC a partir de enero de 2026.

No queda claro si la administración Sheinbaum ha actuado con plena conciencia en otro asunto crucial: la exposición de una de las tramas de corrupción más amplias y costosas en la historia reciente del país. Lo que ha salido a la luz sobre las redes de complicidad en torno al contrabando de combustible, el crimen organizado, las aduanas y sectores de la Marina (en especial el caso de La Barredora y del exfuncionario Hernán Bermúdez) muestra dos caras del gobierno: una dispuesta a enfrentar el problema, y otra que parece temer o titubear al seguir avanzando.

No se puede seguir investigando sin tocar a figuras clave: el exsecretario de Marina, Rafael Ojeda; el exgobernador y exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López; y otros nombres que hoy permanecen en la zona de sombra, como Audomaro Martínez. El caso Watergate, las medias verdades terminaron cercando a un presidente cuando los actores intermedios comenzaron a caer. En este caso, además, Washington también observa con atención a esos personajes.

Todo esto lleva a una conclusión inevitable: la pesada herencia que dejó Andrés Manuel López Obrador. No parece probable que Sheinbaum rompa públicamente con él (su foto aún está en su oficina, al lado de la suya, una señal patriarcal poco afortunada para la primera mujer presidenta del país), pero sí puede, como ha empezado a hacer en materia de seguridad, energía y política exterior, marcar distancia real y deshacerse de los lastres que han frenado su gobierno.Muchos de esos lastres tienen nombre y apellido.

El segundo año de su administración será decisivo. Lo que Sheinbaum haga o deje de hacer en los próximos meses marcará no solo su sexenio, sino el rumbo institucional y económico de México.