Sin Elefantes en la Sala, por Favor

EDUARDO SÁNCHEZ GARCÍA*
Miércoles 01 de Octubre de 2025 8:53 am
Sin Elefantes en la Sala, por Favor EDUARDO SÁNCHEZ GARCÍA* LA reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Colima, para rendir avances de su informe, fue un ejercicio valioso. Se destacaron logros: becas ampliadas, apoyos a sectores vulnerables, recursos que llegan a comunidades marginadas. En un estado donde más del 40 por ciento de la población vive en pobreza multidimensional, según el Coneval, estos programas son un alivio tangible y merecen reconocimiento. Repartir el erario hacia los más necesitados es justo y necesario para construir equidad. Pero en ese auditorio quedaron cuentas pendientes; elefantes que no podemos seguir ignorando. La inseguridad en Colima es un grito ensordecedor: balaceras en Manzanillo, fosas clandestinas y un índice de homicidios que, aunque bajó de 45 a 35 por cada 100 mil habitantes entre 2022 y 2024 (datos del Secretariado Ejecutivo), nos mantiene entre los estados más violentos. La pérdida de competitividad es otro elefante. En el Índice de Competitividad Estatal 2025 del IMCO, Colima cayó al lugar 24, dos posiciones menos que en 2024, lastrado por la inseguridad y la baja participación en exportaciones. La deuda pública, aunque se redujo un 2 por ciento en 2025 (reportes estatales), sigue desviando recursos de inversión hacia pasivos. Y el aumento de personas desaparecidas (de 1,442 en 2022 a 1,481 en 2025, Fiscalía y Red Lupa) es una herida que desangra la confianza social. La rendición de cuentas no puede ser selectiva. México ocupa el lugar 126 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, y en Colima, donde el crimen permea, esta opacidad es un lastre. No queremos culpas: queremos soluciones. Soñemos en grande: un Colima donde la rendición de cuentas sea un pacto vivo. Mesas con víctimas, líderes comunitarios y expertos en anticorrupción. Un fondo de reparación para familias afectadas por violencia y desapariciones, financiado con sanciones a evasores, como en Jalisco. Inversión en innovación para competitividad, con incentivos a exportadores y alianzas público-privadas para aligerar la deuda. Educación cívica en escuelas, para que las becas no solo asistan, sino empoderen. Y a nivel federal: inteligencia civil en puertos, tecnología contra el tráfico de armas y prevención antes que reacción. No dejemos elefantes en la sala. Colima conoce el dolor, pero también la resiliencia: colectivos que buscan justicia, empresarios que persisten, jóvenes que sueñan. Que la visita presidencial inspire acción, no solo aplausos. Colima merece resultados que unan en la verdad. No nos acostumbremos jamás a esta realidad: la violencia, la deuda asfixiante, las desapariciones que roban futuros. Justificarlas porque “los de antes” (PRIAN) eran peores es renunciar al progreso. Como sociedad, impulsemos un cambio desde la mentalidad, la exigencia y la unión como nación. Colima merece un futuro sin elefantes, donde la verdad y el progreso sean la norma. *Presidente de Coparmex Colima