Cargando



EL CENTINELA DEL AUTISMO



VÍCTOR MANUEL VILLALOBOS CHÁVEZ

La lógica de lo ilógico


Viernes 03 de Octubre de 2025 11:56 am


EL CENTINELA DEL AUTISMO 

La lógica de lo ilógico

VÍCTOR MANUEL VILLALOBOS CHÁVEZ*

NO tiene lógica. No hay forma racional de explicar por qué seguimos aquí, quienes trabajamos por la discapacidad y el autismo. “No tiene lógica” invertir horas en trámites que siempre parecen trabas. “No tiene lógica” seguir tocando puertas que rara vez se abren. “No tiene lógica” sonreír cuando las promesas de apoyo se desvanecen en discursos de ocasión. “No tiene lógica” destinar la vida entera a algo que parece nunca avanzar lo suficiente. “Ni tiene lógica” poner cuerpo, alma y hasta bolsillo propio en un sistema que, una y otra vez, te recuerda que la discapacidad no es prioridad.

Si lo vemos fríamente, lo que hacemos es absurdo. Vivimos en un país donde la empatía parece escasear, donde las estadísticas crecen más rápido que los programas efectivos, donde ser diferente todavía se paga con exclusión. ¿Y entonces? ¿Qué sentido tiene? La respuesta, paradójicamente, es que no hay lógica. Y sin embargo, seguimos.

Seguimos porque el silencio de un niño que por primera vez dice “mamá” derrumba cualquier estadística. Seguimos porque un joven que logra integrarse a un trabajo vale más que mil discursos. Seguimos porque una familia que encuentra acompañamiento sabe que no está sola.

Lo ilógico se convierte en motor cuando entendemos que, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará? El absurdo de seguir luchando se transforma en la única posibilidad real de cambio.

Y muchos creen que queríamos hacer esto. Pero no, nadie elige nacer en esta lucha. Mi mamá, la presidenta de la Fundación, dijo una vez con toda sinceridad: “No sé por qué estoy en el mundo del autismo, pero aquí estoy”. Así como cualquier papá o mamá que alguna vez soñó con expectativas, planes y horizontes para sus hijos, y que de repente vio cómo todo cambiaba con una sola palabra: autismo.

Y entonces lo vemos claro: la lógica de lo ilógico es precisamente esa. Que, aunque parezca irracional, es necesario. Porque lo verdaderamente irracional sería no intentarlo.

La indiferencia social es, quizá, lo más doloroso. Nos ven como ilusos, incluso como idiotas, porque sacrificamos tiempo, esfuerzos y recursos propios. A veces, ni las propias familias agradecen; al contrario, algunos buscan criticar o dañar la imagen de quienes trabajamos por sus hijos. Y ahí está la sátira de esta realidad: que lo que debería despertar reconocimiento, despierta indiferencia o, peor, sospecha.

Pero el Dr. Theo Peeters lo dijo con claridad: “Hay que entrar en la cultura del autismo para poder comprenderlo de verdad”. No basta con observar desde fuera, con dar una palmada en abril y volver a lo de siempre. Comprender exige compromiso, y compromiso significa constancia.

Quizá no haya lógica en lo que hacemos. Pero hay amor, dignidad y la convicción de que el mundo cambia cuando alguien decide no rendirse. Y si la historia nos recuerda algo, es que los grandes cambios siempre comenzaron con quienes se atrevieron a hacer lo que parecía inútil.

Así que sí: seguimos en lo ilógico. Pero seguimos. Porque alguien debe hacerlo.


*Director ejecutivo de Fundación Mexicana de Autismo TATO