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PUNTO CENIT



MAYRA EDITH MARTÍNEZ

El principio de la no violencia


Viernes 03 de Octubre de 2025 11:55 am


PUNTO CENIT

El principio de la no violencia

MAYRA EDITH MARTÍNEZ*

PARA comprender qué significa la no violencia, debemos primero analizar la violencia en todas sus formas. Muchas veces asociamos violencia con lo físico, pero la realidad es mucho más compleja. La violencia se manifiesta de manera verbal, psicológica, económica, simbólica y estructural. Puede ser verbal, cuando insultamos o humillamos; psicológica, cuando buscamos atemorizar o aislar a alguien; económica, al controlar o negar recursos esenciales; simbólica, cuando perpetuamos estereotipos y prejuicios; y estructural, cuando los sistemas sociales niegan el acceso a derechos básicos, como la salud o la educación. Todas estas son expresiones de violencia que afectan la dignidad humana y bloquean el desarrollo de las personas.

Estas formas de violencia no solo tienen consecuencias físicas, sino también profundas repercusiones en la dignidad y el bienestar de las personas. Si bien muchas de ellas son invisibles o incluso aceptadas por la sociedad, no dejan de ser profundamente dañinas. Frente a esta realidad, la no violencia ofrece una alternativa poderosa. No se trata simplemente de la ausencia de violencia física, sino de una postura ética que propone transformar nuestra sociedad de manera pacífica y constructiva, sin recurrir a la destrucción o el daño.

La no violencia, en su sentido más profundo, es un principio filosófico que nos invita a cambiar el mundo sin perder nuestra humanidad. Mahatma Gandhi fue uno de los más grandes defensores de esta filosofía. A través de su lucha por la independencia de la India, demostró que la verdadera fuerza no se encuentra en someter a los demás, sino en resistir sin perder los principios. Gandhi, con su valentía y determinación, logró liberar a su país sin recurrir a la violencia armada, lo que nos enseña que la fuerza moral es más poderosa que cualquier ejército.

La filosofía de Gandhi se basa en dos conceptos fundamentales: Ahimsa y Satyagraha. La Ahimsa significa “no dañar”, pero va más allá de evitar la violencia física. Es un compromiso interno de no causar daño en ninguna forma, ya sea mediante palabras o actos. Ahimsa es también un amor activo que busca transformar el conflicto a través de la compasión y el respeto por toda vida. 

Por otro lado, Satyagraha, que significa “la fuerza de la verdad”, es la estrategia de resistencia no violenta de Gandhi. Mientras que la Ahimsa es la filosofía, la Satyagraha es el método de lucha. Gandhi usó la Satyagraha para enfrentar la injusticia apelando a la conciencia moral de los opresores. La resistencia pacífica, a través de la desobediencia civil o la protesta no violenta, no solo es moralmente superior, sino también más efectiva en muchos casos. 

El legado de Gandhi es más relevante que nunca. En un mundo marcado por la violencia, la opresión y la guerra, la no violencia nos ofrece una alternativa que puede ser tan efectiva como ética. No se trata de ser pasivos ante la injusticia, sino de responder de manera activa pero pacífica. La verdadera fortaleza no reside en la capacidad de dominar a los demás, sino en la valentía de resistir sin perder la humanidad.

Desde Punto Cenit, te invitamos a reflexionar sobre la importancia de practicar la no violencia en nuestras vidas diarias. La no violencia no es un ideal lejano, sino una práctica constante que podemos adoptar en nuestros pensamientos, palabras y acciones. Si cada uno de nosotros elige practicar la no violencia, podemos contribuir a la construcción de una sociedad más justa y pacífica. Al elegir la compasión sobre el odio, la comprensión sobre el juicio, podemos comenzar a transformar nuestra realidad y sembrar las semillas de una cultura de paz para todos.


*Directora del Instituto Municipal para la Paz Intrafamiliar