Cultivando cualidades positivas
RUTH HOLTZ*
Viernes 24 de Octubre de 2025 12:59 pm
ESTAMOS
acostumbrados a que, en la psicoterapia, nos enfocamos en la enfermedad, en los
trastornos del estado de ánimo, los traumas, las heridas emocionales y ese lado
oscuro de nuestro inconsciente que suele boicotear nuestros planes conscientes.
Pero también hay otra línea de la psicoterapia que ofrecemos, en la que
procuramos re-formar el carácter, cultivar los valores que edifican al ser
humano y le imprimen su trascendencia. El amor, el regocijo, la compasión, la
felicidad, la alegría de dar y ser empático ha sido algo que a veces se deja de
lado. No se
trata de enfocarse solo en lo que está mal. Parte del desbalance en la vida de
una persona es que no sepa amar, ser compasivo y gozar de ayudar a otros, ser
autocompasivo y poner a raya la autocrítica tóxica, soltarse y disfrutar de los
placeres de la vida en equilibrio con el trabajo que realiza y que resulta
satisfactorio. Regocijarse solo por estar vivo, por una puesta de sol o porque
sí, y poder ser feliz sin que todo esté perfecto, sino por el hecho de tener un
propósito, de disfrutar del camino de evolución de nuestra alma. El carácter
es, precisamente, lo que somos, esa identidad que se manifiesta en nuestro
actuar, en nuestros valores y en nuestras elecciones, y que determina nuestra
esencia. No basta
con no tener problemas ni crisis; se trata de ser mejores, de gestionar
nuestras emociones de manera que nos permita lograr con mayor maestría nuestros
objetivos. Se trata de que no solo nuestras relaciones sean verdaderas
conexiones con otros, sino también que nuestra relación con nosotros mismos sea
compasiva y edificante, sin juicios ni condena. Que podamos desear que otros
sean felices y que, si podemos hacer algo al respecto, lo hagamos sin esperar
algo a cambio. La
psicoterapia es el espacio para revisar nuestras creencias y eliminar las que
hemos adoptado solo por lealtad familiar o por amor, cuando pueden ser un
obstáculo para cambiar de perspectiva y hacer una vida diferente que no repita
una y otra vez los mismos patrones inconscientes por generaciones. Es también
ese espacio donde pensamos nuestro proyecto de vida y encontramos propósito, en
vez de seguir por inercia lo que el mundo hace, lo que los demás esperan o lo
que nos enseñaron, sin libertad de elección y sopesando las consecuencias. Psicoterapia
para sanar heridas, para crecer, para cultivar cualidades positivas. Por
caminos diversos: la indagación del inconsciente, el lenguaje del cuerpo, las
huellas del trauma, la vida emocional y las creencias heredadas. Tan profundo
es nuestro interior y múltiples sus expresiones. * Psicoterapeuta. 312 330 72 54 / 312 154 19 40
