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1 de noviembre



VIRIDIANA VALENCIA*


Lunes 03 de Noviembre de 2025 1:50 pm


HACE cuatro años comenzó la transformación en Colima.

De la mano de nuestra gobernadora Indira Vizcaíno, el movimiento que aglutinó a miles de colimenses hartos de gobiernos corruptos, injustos e indolentes tomó forma, rumbo y corazón.

He tenido el privilegio de acompañarla desde antes y luego caminar a su lado, en esfuerzos y anhelos: primero en el Congreso, después desde la Delegación de Programas para el Bienestar, luego como Coordinadora de la Transformación en el municipio de Colima y ahora desde esta trinchera que más disfruto: la política del bienestar en el estado.

A Indira la conocí cuando yo estudiaba Derecho. Recién venía de Tecomán y miraba en su forma de hacer política algo distinto: una manera de servir que no se disfrazaba de poder, ni de arrogancia ni de pedantería. En Cuauhtémoc se hablaba mucho de ella, y con razón. Desde entonces supe que sería mi mayor referente.

Recuerdo bien sus palabras a los jóvenes: “Si algo no les gusta de la política o de los políticos, es momento de hacer política para cambiar las cosas, o elijan con responsabilidad a quienes sí quieran hacerlo.”

Esa frase me marcó, porque en ella caben la esperanza y la acción, dos pilares de nuestro movimiento.

Hoy, después de años de caminar junto a ella, puedo decir que me siento profundamente orgullosa de acompañar a una mujer congruente, con visión, sensibilidad y firmeza. Una mujer que ha enfrentado las consecuencias de un estado abandonado y ha decidido reconstruirlo desde sus cimientos, con el apoyo de miles de colimenses que creen en un futuro distinto.

No ha sido fácil. Recibimos instituciones devastadas, una clase trabajadora dedicada al servicio público desmotivada y una herencia de desigualdades profundas.

Pero también encontramos algo valiosísimo: trabajadoras y trabajadores entusiastas, empresarios honrosos, juventudes pujantes y llenas de sueños. Ellas y ellos me han enseñado que la transformación comienza en el territorio, pero también se escribe desde los escritorios, desde las ventanillas, desde cada servicio o apoyo que hoy llega a donde antes era inimaginable.

Por eso siempre he dicho que el bienestar no se decreta, se construye todos los días: cuando una mujer logra acceder a un apoyo para su negocio, cuando una niña recibe su ColiBeca, cuando una persona mayor siente que el gobierno la acompaña, cuando los pueblos originarios son escuchados y respetados.

A veces me preguntan si no cansa tanto esfuerzo, si vale la pena tanto tiempo y energía entregados a lo público. Yo siempre respondo que sí, porque cuando una familia nos dice “gracias” o cuando un programa cambia la vida de alguien, entendemos que este trabajo no es un cargo, sino una vocación. Esa es la esencia de la 4T en Colima: servir para transformar vidas.

Soy consciente de que aún hay mucho por hacer, pero también sé (con la certeza que da el trabajo diario) que estamos mejor que antes. Porque hoy Colima tiene obra histórica, finanzas ordenadas y una disminución real de la pobreza. Porque hay gobierno donde antes hubo abandono.

Nos queda seguir, sin pausa ni descanso, porque el pueblo nos dio la oportunidad de demostrar que otra forma de gobernar es posible. Y eso (como dice la gobernadora) exige coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

Y aquí seguiremos: trabajando más fuerte, más unidas y con más corazón, para que el bienestar deje de ser una promesa y se vuelva la forma cotidiana de vivir en Colima.

 

*Secretaria de Bienestar, Inclusión Social y Mujeres del Gobierno del Estado de Colima