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CRÓNICA DE UNA VOZ SILENCIADA



BETZAIDA PINZÓN CARRETO*


Lunes 03 de Noviembre de 2025 1:50 pm


No solo mataron a Carlos Manzo, atentaron contra las esperanzas de justicia; de combate a la inseguridad y la corrupción; de vivir en paz. “No quiero ser un alcalde más de los ejecutados”, así pidió ayuda Carlos Manzo a Sheinbaum y Harfuch antes de su asesinato. Conocido por enfrentar al crimen organizado, su error fue levantar la voz para decir que no iba a tener ninguna consideración con los delincuentes.

Hace apenas unos Carlos Manzo días lamentaba y condenaba el asesinato del líder limonero en su estado. Decía: "Claro que hay miedo. Claro que valoramos la vida, tenemos familia, tenemos hijos, queremos vivir". Y también: "Vamos a actuar con lo que tengamos en la mano. Si mi vida está en riesgo, yo los voy a abatir con lo que esté al alcance de mis posibilidades."

Los hechos que consternaron a todo el país, fueron confirmados a través de un comunicado publicado por el Gabinete de Seguridad, donde informaron que dos sujetos involucrados en el ataque fueron detenidos, y uno más perdió la vida tras ser abatido por elementos de seguridad. Omar García Harfuch un día después de su muerte, confirmó que Carlos Manzo tenía 14 elementos de la Guardia Nacional para su resguardo, aunque estos sólo hacían vigilancia 'periférica'.

Varios llamados respetuosos por parte del alcalde se hicieron, en los que pedía a la Presidenta de la República voltear a ver Uruapan; le decía que en Uruapan había mucha gente que había votado por ella; manifestó haber votado también por la presidenta y ni así fue escuchado. También declaró que desde el primer día fue amenazado por la delincuencia organizada, pero eso no le impidió tomar protesta y enfrentar con responsabilidad y valentía la tarea que los ciudadanos le otorgaron.

Pidió activar un código rojo y apoyo del Ejército y la Guardia Nacional. Decía "No puede haber abrazos para los delincuentes... para los delincuentes debe de haber chingadazos cuando atentan contra la gente inocente". Un día antes solicitó armamento, ametralladoras Minimi, para que los agentes igualaran las capacidades de los grupos delictivos: expresaba "No puede ser posible que los delincuentes estén mejor armados que las policías municipales".

"Hacemos un llamado respetuoso al Gobierno Federal, a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al Secretario Omar García Harfuch para que no dejen solo a Uruapan en el combate de los delitos federales que le corresponde a la Federación atender." Pidió enérgicamente para proteger a los habitantes de su municipio, y esa voz fue cobardemente silenciada.

 Y tras cada tragedia, el guion se repite: promesas de justicia, mensajes de condena, declaraciones indignadas, posturas institucionales… pero la indignación no basta. Se exigen resultados, no discursos. Se exige que los hechos se esclarezcan, que los culpables sean castigados, que la justicia deje de ser promesa.

“A mí me podrán matar, a mí me podrán levantar, a mí me podrán intimidar o amenazar, pero afuera hay un pueblo que pide y exige justicia, hay un pueblo que ya está cansado de las extorsiones, de los homicidios, de que le quiten su vehículo, de que se desvíe el recurso público. A mí me podrán chingar, pero se quedan con un tigre muy enfurecido que es el pueblo de Uruapan." Así lo dijo una vez Carlos Manzo, y hoy lo sentimos todos: un país enfurecido por una violencia que parece no tener fin.

No podemos quedarnos en el lamento. ¡Basta de vivir con miedo! El país no admite más excusas, ni tolerancia, ni silencio. Se exigen resultados, no discursos.

*Betzaida Luz Alondra Pinzón Carreto

Diputada Local y Secretaria General del PRI Colima