Una ley contra el miedo
JULIA LICET JIMÉNEZ ANGULO
Lunes 03 de Noviembre de 2025 1:48 pm
HAY que decirlo como es: ¡en Colima,
el miedo se ha vuelto parte de la vida cotidiana! Muchos comerciantes,
restauranteros, ganaderos, agricultores, transportistas y familias viven bajo
la sombra de la extorsión: llamadas amenazantes, cobros de “derecho de piso”,
incendios provocados y asesinatos de quienes se atreven a decir “no”. Este
delito es hoy una de las principales causas del cierre de negocios. La importancia de la aprobación, en
la Cámara de Diputados el martes pasado, de la Ley General para Prevenir,
Investigar y Sancionar los Delitos en Materia de Extorsión representa un paso
fundamental para enfrentar este mal que tanto nos lastima. Con esta ley se
construye un marco legal único para todo el país, con definiciones claras,
sanciones más severas y una coordinación efectiva entre la Federación, los
estados y los municipios. Ya no habrá excusas ni vacíos legales que permitan
que los delincuentes se aprovechen de la descoordinación institucional. El PAN fue el primero en presentar
una iniciativa que se enfocó no solo en castigar, sino también en prevenir,
proteger y reparar el daño a las víctimas. Por eso votamos a favor de esta ley,
porque reconoce muchos de los elementos que propusimos y que ponen a los
mexicanos en el centro del problema a combatir. Con esta ley, la extorsión se
investigará y perseguirá de oficio. Quienes sean culpables no podrán acceder a
beneficios que los liberen por la “puerta giratoria” ni conmutar su pena. Se
establece un tipo penal básico aplicable a toda la República, con sanciones y
agravantes uniformes. Se contempla una pena de entre seis y quince años de
prisión. Nosotros propusimos aumentarla de diez a veinte años, para que en los
estados donde se tiene una pena mayor a seis años no se libere a los
delincuentes. Lamentablemente, como ya es
costumbre en Morena, de último momento aprobaron una modificación al dictamen
para reducir las penas a los servidores públicos que no denuncien o que
participen en casos de extorsión, a lo cual nos opusimos cabalmente. En Colima, esta ley es especialmente
urgente. Los hechos recientes son la muestra más clara de que la extorsión no
solo destruye la economía, sino también el tejido social. Nadie puede vivir,
trabajar o emprender en paz cuando la amenaza está a la vuelta de la esquina. Esta nueva ley no resolverá el
problema de la noche a la mañana, pero sí puede ser el inicio de un cambio
real. Porque la extorsión no se combate con discursos, sino con resultados.
Necesitamos coordinación, recursos, voluntad política y justicia efectiva. Desde Acción Nacional seguiremos
vigilantes para que esta ley se aplique con firmeza y sin simulaciones.
Queremos un Colima donde las personas puedan abrir su negocio sin miedo, donde
los jóvenes puedan trabajar sin ser amenazados y donde nadie tenga que pagar
por su seguridad. En el PAN vamos a seguir defendiendo
lo más valioso: a México, a tu familia y tu libertad.
