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Heterosis: Productividad y bienestar rural



JUAN AUGUSTO HERNÁNDEZ RIVERA*


Jueves 06 de Noviembre de 2025 1:32 pm



DURANTE décadas, las vacas Holstein (Bos taurus) han sido reconocidas por su sobresaliente capacidad para producir leche. Su supremacía frente a otras razas puras europeas o a los cruces con cebú (Bos indicus) se mantiene en buena parte de los establos del mundo. En países como EU, menos del 7 por ciento de los animales lecheros pertenecen a razas distintas a la Holstein. Sin embargo, esta superioridad productiva depende de un rango de confort térmico muy limitado, entre 5 y 25 °C, y de un índice de temperatura-humedad (ITH) menor a setenta y dos unidades. Por encima de este nivel, las vacas comienzan a experimentar estrés calórico, reducen su ingesta de alimento y su producción de leche disminuye.

El panorama se complica ante el incremento global de las temperaturas, que afecta de forma directa a las regiones tropicales y desérticas de México. En estas condiciones, las vacas Holstein difícilmente expresan todo su potencial genético. De ahí surge la necesidad de explorar alternativas que mantengan la productividad sin comprometer el bienestar animal.

La heterosis permite obtener animales con mejores características de producción, fertilidad, rusticidad y adaptabilidad. En el primer cruzamiento (F1) entre dos razas puras, el producto puede heredar los rasgos más favorables de ambos progenitores, como mayor producción de leche o carne, facilidad de parto, mejor conformación de ubre o resistencia al calor y a enfermedades. Estos beneficios genéticos suelen potenciarse en las primeras generaciones y pueden estimarse mediante combinaciones de cruzas. Por ejemplo, entre razas puras y F1, o entre F1 y F2).

Diversos estudios han demostrado que los cruzamientos entre Bos taurus × Bos indicus incrementan la tolerancia al calor y la longevidad reproductiva, aunque pueden mostrar niveles de producción de leche más bajos que los animales puros. Aun así, los beneficios en términos de bienestar, fertilidad y supervivencia resultan relevantes para regiones con climas extremos. Cada sistema productivo debe, por tanto, definir su propio balance entre rendimiento y adaptación.

La aplicación de la heterosis en México representa una oportunidad estratégica para fortalecer la sostenibilidad de la producción de leche, especialmente en el contexto del estrés calórico creciente y del déficit nacional de este producto. Diseñar programas de cruzamiento bien fundamentados, apoyados en evaluación genética y bienestar animal, será clave para el futuro de la ganadería lechera del país.

Cuidar el equilibrio entre productividad, confort térmico y eficiencia genética no solo es una cuestión técnica, sino también una visión integral de responsabilidad con los animales, el ambiente y las familias que dependen de ellos. En el campo mexicano, la heterosis no es solo una herramienta biológica: es también una vía hacia la adaptación y la esperanza productiva.

 

* Profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima