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PUNTO CENIT



MAYRA EDITH MARTÍNEZ

Abraza a tus hijos


Viernes 14 de Noviembre de 2025 11:07 am


 ACTUALMENTE, en la palma de su mano, un adolescente tiene acceso al conocimiento universal, la llave para innumerables mundos y una ventana a mil realidades distintas a través de celulares, iPad y otros dispositivos electrónicos.

Sin embargo, en medio de este torrente digital, muchos de estos adolescentes navegan en un profundo e insondable silencio emocional que los lleva a experimentar una terrible soledad. Esta paradoja define a la generación de nativos digitales: hiperconectados tecnológicamente, pero, en muchas ocasiones, desconectados de su parte humana.

Por ello, en cada foro en que hemos interactuado con padres, madres y tutores, hemos hablado de la necesidad de acercarnos a ellos y abrazarlos; esto no como una opción, sino como una necesidad urgente para la supervivencia emocional y social de una generación que nos está pidiendo ayuda silenciosamente.

Los adolescentes de hoy no “usan” la tecnología; habitan en ella. Es el ecosistema donde construyen su identidad, forjan sus relaciones y miden su valía. Pero este mundo virtual, carente de los matices de un abrazo, la calidez de una mirada o la tranquilidad de una presencia física, deja un vacío que puede ser llenado con angustia, ira o una profunda soledad. El desafío para padres, educadores y la sociedad en general no es demonizar la tecnología, sino reconocer que, por encima de cualquier pantalla, existe un ser humano que anhela ser visto, escuchado y sentido de manera genuina.

Un incremento del bullying (violencia escolar) coloca a México en el primer lugar internacional en casos de acoso en educación básica, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Estimaciones de la ONG Bullying Sin Fronteras señalan que, cada año, se registran más de 28 millones de casos de acoso escolar en el país. Esta violencia, que a menudo nace de la frustración, la falta de empatía y la búsqueda de poder, es un grito de auxilio de un sistema que falla en enseñar a gestionar las emociones.

Por otro lado, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) ha revelado datos preocupantes sobre la salud mental de los jóvenes. Problemas como la depresión y la ansiedad están en aumento, muchos de ellos no diagnosticados. Esta angustia internalizada puede, en sus puntos más críticos, exteriorizarse como agresión hacia los demás o hacia uno mismo.

Estas cifras no son solo números. Son el reflejo de un dolor no atendido, de una autoestima fracturada y de una incapacidad para procesar emociones complejas como la rabia, los celos o la tristeza. Los adolescentes están actuando, de la única manera que a veces saben, el dolor que no pueden verbalizar.

Frente a este panorama, la respuesta no puede ser más control parental digital ni más discursos. El antídoto más poderoso es el calor humano que pueden proporcionar los padres, madres y tutores a través de estar presentes, escucharlos y abrazarlos.

Es el abrazo que no se da a través de una pantalla ni de un emoji, sino con los brazos. Es la mirada que no se intercambia en una videollamada, sino en la mesa durante la cena, sin prisas. Es la pregunta: “¿Cómo estás, de verdad?” que se hace esperando una respuesta honesta, no un “bien” frío e indiferente.

Desde Punto Cenit te invitamos a acercarte a tus hijos, comprometerte a apagar tus propias pantallas y entrar a su mundo, no para juzgarlo, sino para entenderlo.

En un mundo digital que cada vez los aísla más del afecto humano, nuestro trabajo es hacernos presentes. Seamos proveedores de lo más importante: nuestra atención y un abrazo sanador del amor incondicional.

 

*Directora del Instituto Municipal para la Paz Intrafamiliar