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Movimientos sociales y los sucesos de las realidades



JOSÉ LUIS NEGRETE ÁVALOS


Jueves 20 de Noviembre de 2025 1:40 pm



EN el origen de las decisiones y acciones que conducen a las fuerzas políticas a detallar los proyectos, las políticas públicas y los demás aspectos que implementarán en un tiempo y espacio determinados, según sus convicciones e ideales, se encuentran los parámetros con los cuales pretenden definir esas acciones para favorecer o conservar su proyecto a futuro.

En el itinerario de estas acciones y decisiones se observa el desempeño de los gobiernos, los cuales conducen el rumbo de un país frente a las necesidades, complicaciones y peticiones, directas o indirectas, que proceden de la ciudadanía. Debe considerarse que la tarea de los gobiernos es la de representar y articular respuestas a dichas peticiones, dichas respuestas suelen ser inmediatas, pero también pueden afectar a corto y mediano plazo el orden social, económico o político de una nación.

Sin embargo, la pregunta que surge de inmediato es: ¿qué sucede cuando esa respuesta no coincide con la realidad o contiene elementos distintos a los esperados?

En los resultados de esas respuestas es posible comprender las motivaciones que han dado origen, a lo largo de la historia, a diversos movimientos sociales: procesos que surgen del descontento y de la preocupación por el devenir social. Un ejemplo claro fue la llamada Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia (1989).

Otro movimiento que resonó con fuerza fue el Movimiento por los Derechos Civiles en EU durante las décadas de 1950 y 1960. Estas movilizaciones no surgen de manera espontánea, sino como reacción directa a decisiones y acciones que no respondieron a las expectativas de la población.

El movimiento denominado “Generación Z” ha tenido repercusiones en varios países, donde la demanda principal se centra en exigir a los gobiernos decisiones y acciones coherentes con la realidad, y consistencia entre promesas, resultados y políticas públicas.

Se reclama que otros intereses no intervengan en el cumplimiento de estas obligaciones, en un contexto donde las voces de los movimientos sociales han sido, son y serán herramientas invaluables para expresar opiniones diversas que pueden prevalecer a lo largo de la historia.

Tarde o temprano, estas voces se reflejan y pesan, sobre todo si se considera la variedad de perspectivas desde las cuales se formulan, perspectivas que en la arena política se entienden como legítimas según el contexto de cada sociedad e individuo.