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INDICADOR POLÍTICO



CARLOS RAMÍREZ

Pregúntenle a AMLO cuál es el antídoto contra las protestas


Miércoles 26 de Noviembre de 2025 10:03 am



UN poco tarde (aunque en política nada es tan tarde), el gabinete presidencial político se percató de que las últimas marchas, manifestaciones, protestas y bloqueos tienen orígenes y sentido políticos, en tanto que la política es la administración del poder.

Pero el gabinete político podría encontrar respuestas inmediatas si tomara el teléfono y llamara al Palacio de Invierno de Palenque, porque ahí vive el político que descubrió, potenció y convirtió el uso de la protesta en una industria rentable para sacar beneficios políticos.

Andrés Manuel López Obrador inició el camino de las protestas en las calles como una forma de utilizar las movilizaciones al margen de las reglas y las instituciones y obtener beneficios. Y llegó al caso en que organizó a los barrenderos de la capital de Tabasco para protestar por el abuso y la explotación, y los trajo a la Ciudad de México para un plantón en el Zócalo capitalino en septiembre de 1993, arrinconando al presidente Salinas de Gortari por un evento en curso: el Grito de Independencia y el desfile militar. Y el entonces regente Manuel Camacho Solís tuvo que hacer alardes de la política (con dinero público) para levantar el plantón y permitir las ceremonias.

Así que no se requería gran esfuerzo analítico para llegar a la conclusión de que los paros, los plantones, las manifestaciones y los bloqueos recientes han tenido resortes políticos, puesto que López Obrador industrializó justamente la protesta social como factor político para obtener beneficios políticos.

Lo que el gabinete político de la presidenta Sheinbaum tiene que aclarar (antes de ejercer carpetas de investigación, averiguaciones previas y arrestos) es si las motivaciones políticas son por el puro poder o si algunas de las agendas exigibles revelan el incumplimiento de funciones políticas del gobierno en seguridad y atención a los problemas de los productores del campo.

El grupo lopezobradorista en el poder está llegando al modelo político que se conoce como morderse la cola: es decir, padecer en contra lo que en el pasado privilegiaron como oposición. Y que los que se salieron de las reglas institucionales y democráticas en el pasado, hoy que son poder, deben enfrentar protestas que ellos inventaron y casi hasta registrar como derechos de autor.

Pero detrás de estos dimes y diretes se encuentra una realidad: las oficinas de gobierno de Morena carecen de recursos económicos y de sensibilidad para atender las quejas de sectores productivos (no políticos) cuya problemática ha estado afectando el ritmo de la producción económica y afectando al PIB.

Así que no estaría por demás llamar a Palenque y pedir una asesoría en control de la industria de la protesta.

Política para dummies: la política se alimenta de sí misma.