Gusano Barrenador del Ganado
JUAN AUGUSTO HERNÁNDEZ RIVERA*
Jueves 18 de Diciembre de 2025 9:19 am
EN los últimos días, se ha vuelto a mencionar
en distintos espacios el gusano barrenador del ganado (GBG), un tema que merece
ser abordado con información clara, técnica y responsable, evitando
especulaciones o alarmas innecesarias. Se trata de un asunto conocido por la
sanidad animal en México, con antecedentes sólidos de control y erradicación
que conviene recordar. El gusano barrenador corresponde a la fase
larvaria de la mosca Cochliomyia
hominivorax, conocida como el gusano barrenador del Nuevo Mundo. Este
parásito es causante de miasis, una infestación que ocurre cuando las larvas se
desarrollan en heridas abiertas de animales vivos, alimentándose de tejido
vivo. Por esta razón, históricamente fue considerada una de las plagas de mayor
impacto para la ganadería en regiones tropicales y subtropicales del continente
americano. México cuenta con una historia exitosa de
cooperación internacional para el control de esta plaga. El 28 de agosto de
1972, los gobiernos de México y EU suscribieron el acuerdo para la creación de
la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del
Ganado, con el objetivo de proteger la ganadería de ambos países. Gracias a este esfuerzo sostenido, en 1995 se
declararon libres de la plaga los estados de Tabasco, Campeche, Quintana Roo y
Yucatán, y en septiembre de 2003 Chiapas alcanzó la misma condición sanitaria.
El éxito del programa permitió incluso el cierre de la planta productora de
moscas macho estériles, una de las herramientas clave de la estrategia. No
obstante, las acciones preventivas y de vigilancia epidemiológica se
mantuvieron y actualmente están a cargo del Servicio Nacional de Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), institución que continúa
desempeñando un papel fundamental en la protección de la salud animal en el
país. Desde hace más de tres décadas, México se
mantiene libre del gusano barrenador del ganado. Sin embargo, el contexto
sanitario internacional es dinámico. En 2006, la erradicación se extendió hasta
América Central, alcanzando la zona fronteriza entre Panamá y Colombia. Años
después, la mosca reapareció en algunos países de la región, como Panamá, Costa
Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala. Este fenómeno ha sido analizado
recientemente por la comunidad científica, que señala diversos factores
ambientales, productivos y de movilidad animal que pueden favorecer su
reaparición. Es importante subrayar que el gusano barrenador
es un parásito obligado de animales vivos, principalmente bovinos, y solo de
manera ocasional puede afectar a personas con heridas expuestas. Por ello, la
prevención se basa en acciones sencillas pero efectivas: revisión frecuente del
ganado, atención inmediata de heridas, uso adecuado de productos cicatrizantes
y larvicidas autorizados, así como la notificación a las autoridades sanitarias
ante cualquier sospecha. En este punto, es fundamental reconocer y
agradecer la labor informativa y técnica del Senasica, que pone a disposición
del público materiales claros, actualizados y confiables sobre el gusano
barrenador del ganado, contribuyendo a la cultura sanitaria del sector pecuario
y de la sociedad en general. La información oficial, accesible y basada en
evidencia científica, es la mejor herramienta para prevenir problemas mayores. Hablar del gusano barrenador del ganado no debe
generar temor, sino memoria sanitaria. México ha demostrado que, con ciencia,
cooperación internacional, productores responsables y autoridades
comprometidas, es posible proteger la salud animal y la producción pecuaria.
Mantenerse informados y atentos es parte natural de un sistema sanitario sólido,
no un motivo de alarma.
*Profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia de la Universidad de Colima
