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La otra cara de la navidad



PATRICIA GONZÁLEZ GÓMEZ


Viernes 19 de Diciembre de 2025 9:19 am



LLEGA diciembre y, con él, también recuerdos, anhelos, aspiraciones y frustración ante las expectativas festivas.

Los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, se hacen presentes por la nostalgia, la soledad y el estrés de la época.

Aparece el síndrome de la “silla vacía” por la profunda sensación de nostalgia, tristeza y vacío que surge durante las fiestas debido a la ausencia o fallecimiento de un ser querido, cuyo lugar físico queda desocupado en la mesa. Esto provoca que el duelo se intensifique y duela celebrar sin la presencia de esa persona. La “silla vacía” es un recordatorio físico de esa ausencia.

La depresión y la ansiedad son comunes debido a la comparación con idealizaciones, pérdidas y cambios de rutina.

No hay duda de que la Navidad es un tiempo en el que muchas personas se sienten contentas, pero no todos viven esta celebración de esa manera. Existe la otra cara de la Navidad: diciembre es la época en la que se registran los más altos niveles de frustración y soledad. Aunque no está establecido como un trastorno, la llamada “depresión blanca” es un estado de ánimo negativo temporal hacia todo lo que tiene que ver con esta época.

Las percepciones psicológicas, familiares, sociales, económicas o de desestabilización emocional por problemas no resueltos en la vida personal (como no haber cumplido metas por diferentes razones o estar en duelo por alguna pérdida) influyen en la depresión blanca. En esta temporada, la publicidad y la sociedad misma fomentan altas expectativas, y la gente se predispone y se presiona para conseguir ciertas condiciones que, piensa, materializan su felicidad; pero esto no siempre se consigue.

Hay otros factores que pueden empeorar el estado de ánimo, como tensiones familiares, soledad, añoranza de tiempos pasados, lejanía y dificultades económicas. Las falsas expectativas conducen a conflictos emocionales que pueden derivar en un estado de depresión y, en casos extremos, al suicidio.

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Desgraciadamente, por lo general no se le da la importancia que debería tener la salud mental.

La mitad de los trastornos mentales aparecen por primera vez antes de los 14 años, y más del 70 por ciento inicia antes de los 18 años.

Hoy, desde CIEN y Sin Condición, hacemos un llamado a trabajar sin temor en la educación emocional y la salud mental en toda la población, para que se aborde desde la diversidad y la inclusión como punto de partida, y se tengan en cuenta los retos de una sociedad que cambia a una velocidad de vértigo.

 

*Directora de CIEN y Sin Condición