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ALARMANTE Y PREOCUPANTE



EDITORIAL


Viernes 26 de Diciembre de 2025 9:08 am


 

CUANDO el poder municipal decide prescindir de explicaciones, lo que se erosiona no es solo una relación laboral, sino la credibilidad institucional. El despido del dirigente del Sindicato Democrático al servicio del Ayuntamiento de Coquimatlán, Edibaldo Rosales Ricarte, ocurrido el 23 de diciembre, abre más preguntas que respuestas y deja al descubierto prácticas que, cuando menos, resultan preocupantes en un gobierno que debería regirse por la legalidad y el diálogo.

No se trata de un caso aislado. Con esta baja ya suman seis trabajadores despedidos sin una justificación clara ni un procedimiento transparente. En el caso del líder sindical, el argumento transmitido de manera informal -que la instrucción provenía de la Dirección de Obras Públicas para “no afectar al titular” del área- resulta tan endeble como alarmante. La frase, más que una razón administrativa, sugiere un intento de proteger jerarquías a costa de derechos laborales.

Más grave aún es el silencio de la autoridad municipal. Ni el alcalde ni algún otro funcionario han ofrecido una explicación pública o institucional que permita entender qué está ocurriendo.

El mensaje que se envía es peligroso. Si un dirigente sindical puede ser separado de su empleo sin causa aparente y sin interlocución con la autoridad, ¿qué pueden esperar los demás trabajadores? La incertidumbre se convierte en un mecanismo de control y el miedo reemplaza al diálogo, justo en un ámbito donde la organización sindical existe para equilibrar la relación entre gobierno y empleados.

Que el conflicto se postergue hasta que concluyan las vacaciones judiciales no lo hace desaparecer. Al contrario, exhibe una práctica recurrente: aprovechar los tiempos muertos institucionales para tomar decisiones que difícilmente pueden ser impugnadas de inmediato. Será ahora la autoridad laboral la que tenga que poner orden, pero el daño ya está hecho.