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Esta es la razón por las que nos gusta el sabor amargo del café



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Domingo 18 de Noviembre de 2018 9:20 am

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Las personas consumen voluntariamente una variedad de sustancias amargas, desde bebidas con cafeína hasta alcohol; algunas incluso desarrollan una fuerte preferencia y, en casos extremos, una adicción.


Nuestra capacidad para detectar la amargura evolucionó como un sistema de alerta natural para proteger al cuerpo de sustancias nocivas. Entonces, ¿por qué el café, una bebida de sabor amargo, es tan popular en todo el mundo? En términos evolutivos, esto no tiene sentido: debería resultarnos repulsiva.

Sin embargo, las personas consumen voluntariamente una variedad de sustancias amargas, desde bebidas con cafeína hasta alcohol; algunas incluso desarrollan una fuerte preferencia y, en casos extremos, una adicción.

 


Resultado inesperado

A fin de esclarecer qué determina las preferencias individuales, un equipo internacional de científicos investigó cómo las personas percibían tres sustancias amargas: cafeína, quinina y propiltiouracilo (prop), algo que está determinado por la composición genética de cada persona.

El equipo examinó la relación entre el sabor amargo y el consumo de bebidas en más de 400.000 hombres y mujeres, utilizando datos genéticos del Biobanco del Reino Unido. Los genes relacionados con la percepción de cafeína, quinina y prop se analizaron para determinar la cantidad de café, té y alcohol que consumían los participantes.

Los resultados de estos análisis resultaron inesperados. Puede parecer contraintuitivo, pero las personas que son más sensibles al sabor amargo del café en realidad lo beben más.

La investigadora Marilyn Cornelis, profesora en la Escuela de Medicina de la Universidad Northwestern de Chicago y coautora del estudio, explicó:

“Se espera que las personas que son particularmente sensibles al sabor amargo de la cafeína tomen menos café, pero los resultados opuestos de nuestro estudio sugieren que los consumidores de café adquieren el gusto o la capacidad de detectar la amargura de la cafeína debido al refuerzo positivo aprendido por la cafeína”.

 


La percepción del sabor y las diferencias genéticas

Para las otras dos sustancias analizadas, el efecto fue el opuesto: los que eran más sensibles a la quinina y la prop, preferían tomar más té y menos café.

Además, las personas que eran más sensibles a la prop bebían menos alcohol, mientras que la percepción más alta de los otros dos compuestos no tenía una influencia clara.

AGENCIA



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