Julio, al igual que Adín Valencia, pensé en escribirte
una carta para comentarte lo que me había parecido tu libro Prohibido besar.
Historias contagiantes, pero no sé, porque se me vienen muchas ideas a la
mente, por ejemplo, aquello de los hijos que traen luz a nuestras vidas, porque
sí, así son los hijos, y las hijas, por supuesto, llegan y algunas cosas se
van, porque ya nada es igual. Sí, como tú lo señalas en estos cuentos, los
hijos son música de piano, y pienso, porque así lo he escrito, que cuando veo a
mis hijos jugar me imagino el Summer
de Joe Hisaishi, simplemente una maravilla. Pero no estamos aquí sólo para hablar de los hijos,
sino de tus cuentos, crónicas covidianas reunidos en este tu último libro, sí,
así, covidianas del covid que nos prohibió por meses lo cotidiano. Así pues, encuentro en Prohibido besar algunos
temas, mejor dicho, figuras, imágenes principales que en línea recta atraviesan
todo el libro: el amor, las mujeres, los ojos y los contagios (la enfermedad);
los contagios no sólo infecciosos, sino amorosos, porque estos últimos son los
que realmente lastiman y matan. También está el tema del encierro, del
confinamiento en que estuvimos todos, y que muchos podrán decir que este es el
tema que justifica tu libro, pero no, no es así, lo que justifica tu libro es
lo que se hace con el encierro, lo que cada uno de nosotros hacemos e hicimos,
y tú, por tu parte, te pusiste a escribir. Leemos en estos cuentos la paranoia provocada por la
pandemia; la mujer como obra de arte, con su pensamiento tan complejo y bello;
los ojos de la mujer, ojos de nefrita, duros y tiernos, donde todos nos
quisiéramos ver y quisiéramos que nos vieran; la pandemia en que todos somos
sospechosos, hasta de nosotros mismos; y el deseo de que todo vuelva a ser
tangible; entre otros temas que los lectores de seguro encontrarán. Prohibido besar, es
como decimos los que leemos, un libro que se lee en una sentada. Que se
disfruta y se recuerda por lo singular y bien trabajada pluma de Julio César
Zamora; porque en la literatura lo que fácilmente se disfruta como lector,
conllevó un arduo trabajo por el escritor. En efecto, en Prohibido besar está prohibido
besar con la boca y con la mirada, y por eso Julio lo hace con las palabras. Y
en este libro están, sin duda, algunas de las pasiones del escritor, a decir de
la música, la poesía y la pintura, triángulo perfecto que se convierte aquí en
literatura. Los nueve cuentos y un conversatorio que conforman
este libro, como diría el profesor Víctor Ramiro Gil Castañeda, “están
sabrosos”, y yo diría, “están poéticamente sabrosos”. Y el escenario de los
mismos, no sólo es Colima, sino que nos llevan hasta China, donde surgió esto
del coronavirus. Celebro esta nueva publicación de Puertabierta
Editores, no sólo por seguir apostando por las letras, ya no solo colimenses,
sino por apostarle a la calidad literaria nacional. *Poeta, ensayista y profesor.
Autor de los libros Estarnos queriendo y pasado mañana
(2008), De cómo las cosas han cambiado (2011), Principios de Incertidumbre
(2015) y Bitácora de recuperación
(2017). Este 2021 publicará Por las calles de L.A.
