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Gabriel Govea presenta hoy Cápsula nihilista para un viaje interestelar



Fotos Cortesía

Julio César Zamora/Ágora

Viernes 22 de Septiembre de 2023 11:43 am

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Este viernes, a las 7 de la tarde, en el Archivo Histórico del Municipio de Colima, cuatro poetas revelarán la Cápsula nihilista para un viaje interestelar o esquizopoemas de quien pensó cortarse las venas con trizas de un espejo en sanitario público (Metapoesía), Miguel Ángel León Govea y Jesús Adín Valencia, como comentaristas de la obra; Krishna Naranjo Zavala, directora de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, como moderadora; y el autor, Gabriel Govea Acosta, quien obtuvo el Primer Premio Internacional Metapoesía 2020 por este poemario.

 

ENTREVISTA

 

Estimado Gabriel, ¿qué características tiene el discurso poético para considerarse como metapoesía?

En general, la metapoesía reflexiona sobre el hecho mismo de la escritura poética, es un discurso cuyo espejo es el lenguaje de la poesía; en otras palabras, el significante se abisma en el significado y la consecuencia es infinita. En mi caso particular quienes me premiaron, observaron el énfasis en la página en blanco, que se corresponde con el espejo, y de la página doliente, cuyo correlato es la piel de la conciencia.

 

Además del poema que da nombre al título del libro, no se vuelve a mencionar la palabra nihilista en el poemario, pero me parece que la obra total concentra este término para expresar que la existencia es absurda y la moral no tiene sentido, salvo la escritura (la poesía) a modo de redención o liberación.

El nihilismo es la actitud general del libro, es el estado de ánimo que embarga al sujeto lírico; sin embargo y como sugieres, la escritura lo redime, lo libera por breves lapsos. En la oquedad que resuena en su interior, plagada de nubarrones, se despeja un trozo de cielo, se ahueca, dejando ver las estrellas y el espacio sideral. Era tiempo de la escritura, un mirarse consciente y sereno a pesar del apocalipsis interior que vive el sujeto y que se corresponde con la vertiginosidad de eventos planetarios, satelitales.

 

Interestelar nos evoca al viaje o relación entre dos astros, algo que persiste entre los versos como una dualidad, el otro yo, el doble y otros términos a los que alude el sujeto lírico como la Venus Bifronte, ¿qué nos puedes comentar al respecto?

En aquella época leí una frase del místico Olivier Clement, que recuerdo más o menos de la siguiente manera: ni todo el vacío y espacio sideral, de lo que se conoce del Universo y de lo que se desconoce, entre galaxias y estrellas, puede compararse con el abismo interior de un solo hombre. En mí el abismo, por aquella época, ardía de tan gélido; imaginaba que cada persona era una galaxia, un universo propio, y que el mío vagaba en una dimensión lejanísima respecto al común de los mortales, ¿quién no es mortal común? En realidad me refiero a la “gente normal”, hombres y mujeres tan habituados a la existencia que no son conscientes de eso… de existir y ser conscientes.

Resonaban en mí los siguientes versos de poetas españoles: “Quien habla solo, espera hablar a Dios un día”, de Antonio Machado; Luis Cernuda, refiriéndose a Dios, versó: “…porque su nombre, más vasto que los templos, los mares, las estrellas, cabe en el desconsuelo del hombre que está solo”. Mi voz se desdoblaba en múltiples resonancias, y me daba la impresión de que cada pensamiento era formulado por un yo distinto, alejados unos de otros por años luz. Paradójicamente, la sensación de esas voces pensantes, cada una con su propio yo, se coordinaban en la misma orquesta sideral. Así surgieron los esquizopoemas.

Venus Bifronte es un invento, la fusión de dos símbolos de la mitología grecolatina: el Deseo y el Cambio, ambos se despliegan en la temporalidad. El libro quiere cerrar con la esperanza.

 

Hay mucha ironía a lo largo del poemario, cuestionamientos directos al mundo y quienes lo habitan, a la sexualidad, a Dios o el dios cualquiera, al gobierno y su ¿existencia? Se percibe una realidad caótica que profundiza la soledad del ser humano. ¿Qué buscaste reflejar en esta obra?

En aquella época de oscuro túnel, túnel sin bóvedas e inmenso y poblado de huracanes y sismos, el humor y la ironía eran el único recurso para lograr cierta resignación. No un consuelo, pero sí, de algún modo, un bálsamo, una aspirina. Aquello era lo que era, no había otra opción más que atravesarlo con escalas de (meta)poesía o escalas de Vía Crucis. Sucedieron instantáneas iluminaciones como inundaciones en el vértigo de la nada

Desde luego, el abismo interior se corresponde con eventos mundiales de esa época: estaban ahí, sucediendo indiferentes a esa mente esquizo poética, a ese hombre con su pobre itinerario. Pero no eran del todo ajenos esos hechos, resonaban en todos lados; el interior se miraba en esa extraña sustancia de acontecimientos y la mente los acrisolaba en materia literaria. Tal devenir es la interrogación por excelencia, entonces Uno le habla a Dios… o acaso al Gobierno, pero ¿qué significa este último vocablo, a qué se invoca?

Refleja que el interior, lo que llamamos alma o psique, tiene su correspondencia con el absurdo acontecer.

 

El uso de utensilios domésticos o de cocina son un punto de partida muy creativo para desarrollar los poemas, con un relativo costo, ¿cuál fue la intención?

De hecho, el texto al que te refieres es de frontera: un esquizopoema narrativo, una ficción cuya epifanía se localiza en la pregunta final, que tiene un doble sentido. Cuando lo escribí acababa de leer el libro La Señora Dalloway, de Virginia Woolf. Me sentía como una encarnación venida a menos de esta singular dama. Los objetos más insignificantes, cotidianos, como puede ser lo que se muestra en un supermercado, aparecen ante el espectador lírico (esquizo) como un auténtico problema de orden metafísico.

 

La soledad, el café, Dios, las recurrencias a lo divino, lo fálico, el vino, son palabras y figuras constantes en el poemario…

Efectivamente, son hilos conductores a lo largo del libro. Me parece que vale la pena detenerse en lo fálico porque los otros elementos, de alguna manera, los he abordado en las respuestas anteriores. Lo fálico es una metáfora, en estos esquizopoemas, de distintos niveles de violación y no necesariamente de carácter sexual. ¿Acaso esta masa humana que somos no es diariamente violada por tanto desfalco supracapitalista, que es lo mismo que decir comunismo (ahí nos quieren llevar), por falsos debates como estas ideologías desquiciadas que son un reciclado rosa del Marxismo, con las cuales nos inundan la mente a cada momento mediante las redes sociales y los discursos oficiales de propaganda y alarmismo; por el crimen en las calles y el descaro de la rampante impunidad?

¿El 2020 no ha sido acaso la más alta violación a nivel planetario contra la humanidad entera? ¿Quién se escapa del abuso de la Agenda 2030? ¿Por qué nadie nos pregunta si realmente queremos que esos disparates se conviertan en realidad? ¿Cuándo los hemos pedido? En este sentido, un sujeto colectivo más allá del individuo que habita en el poemario, es víctima de lo siniestro fálico que se reproduce y nos fecunda de calamidad.

 

¿Qué es la poesía para ti, Gabriel?

Para mí, la poesía es hacerse uno mismo poema, plasmarse estéticamente a través de la forma verbal. Es el ejercicio de la libertad, especialmente en este libro.

 

Algo que desees agregar…

Sólo agradecerte el espacio y la oportunidad, estimado Julio, para hablar de este esquizo libro, e invitarte a ti y al público colimense a que asistan al evento, que es hoy a las 19:00 horas en el Archivo Histórico del Municipio de Colima. Habrá brindis. ¡Gracias!

Julio César Zamora/Ágora



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