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Lecturas de verano



Salvador Novo

Tejabán

Domingo 01 de Agosto de 2021 9:34 am

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En los días de este verano extraño me emociono con tres libros que me permiten pasar el rato, mientras las noticias anuncian con fatalismo más catástrofes: ni siquiera el béisbol, ese juego apacible, ha salido bien librado. Yo sigo embebido con mis párrafos escuchando de fondo la música fatal de los días.  
El pasado fin de semana, a las afueras del National Park, una balacera obligó a suspender el partido entre los Padres de San Diego y los Nacionales de Washington. Nadie está a salvo de esta “sombra junguiana” que se ha vuelto el Siglo XXI. ¿Qué nos espera en Tokio, donde los Juegos Olímpicos auguran lo contrario a su principio de paz? ¡A leer, a leer, a leer!
Y si alguien supo ver con buen ánimo lo que sucedía en la realidad fue don Salvador Novo (gran poeta, brillante epigramista y formidable cronista, también hizo teatro, etcétera, etcétera, etcétera…), que escribió sendos tomos de crónica sobre los periodos presidenciales de Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
Decir que los escribió es un decir: publicó sus crónicas en la prensa y después un jovencísimo maestro llamado José Emilio Pacheco (¿23, 24 años?), se dio a la tarea de editarlas y corregirlas para que Empresas Editoriales las imprimiera a principios de los sesenta, y treinta años después las reeditara el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Gran amigo de nuestra añorada poeta y gobernadora Griselda Álvarez, leo de Salvador Novo La vida en México en el periodo presidencial de Gustavo Díaz Ordaz, y me río a sonora carcajada cada tres páginas. Entre su inclemente vida social y su angustia por subir de peso, Novo registra con detalle cenas, comidas y cocteles de la vida social de la vertiginosa Ciudad de México de los sesenta (¿alguien sabía que el actor Alfonso Arau dio el primer concierto de rock en español en un bar llamado Quid?) mientras apura la escritura de prólogos y libros, revisa traducciones y patenta sus piezas teatrales en La Capilla, sede nocturna de los Arpíos, su círculo más íntimo de bohemios.
No menos divertido (punzante, mordaz, irónico) Élmer Mendoza con una antigua novela que releo (y que no pierde ni un minuto de novedad): El amante de Janis Joplin. Recientemente investido con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa, Élmer Mendoza ha subido a la palestra política con sus críticas beisboleras contra la Presidencia de la República. Y en este librito, publicado por primera vez en el 2001, nos regala una fascinante versión de lo que pudo ser la vida del inolvidable beisbolista Fernando Valenzuela, en aquellos ochenta de ebullición chicana de Los Dodgers de Los Ángeles.


Porque los últimos son los primeros, dejo Poesía completa de Cesare Pavese para cerrar este Tejabán deshilvanado. Se trata de la edición de Italo Calvino traducida de manera íntegra por Carlos i Solsora para Visor Libros, que en el 2017 imprimió en nuestro país Visor México.
Aliviado en la buena sombra de este libro tolero las variables climatológicas de este verano extraño. Hay que dejarse llevar por los versos de Pavese y disfrutar, mientras se bebe el buen café de la mañana, o la taza de té que nos acompaña a dormir, algunos de estos versos inconmensurables: “Estas duras colinas, que forjaron mi cuerpo/ y lo turban con tantos recuerdos, me han procurado el prodigio/ de aquélla que no sabe que la vivo y no alcanzo a entenderla”.
Que la Poesía nos ampare. 

Carlos Ramírez Vuelvas



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